Ciencia y tecnología

Herpes, obstáculo terrestre para conquistar Marte

Las tasas de reactivación de este virus aumentan conforme se prolonga un vuelo espacial, un riesgo de salud para las misiones a Marte

Teorema Ambiental/Redacción

Los virus del herpes se reactivan en más del 50 por ciento de las tripulaciones a bordo de las misiones del transbordador espacial y la estación espacial internacional. Según una investigación de la Agencia Nacional de la Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), publicada en Frontiers in Microbiology.

Los resultados muestran que aunque solo una pequeña proporción desarrolla síntomas, las tasas de reactivación del virus aumentan conforme se prolonga un vuelo espacial, lo que pondría en riesgo las misiones a Marte y más allá.

Los sistemas de detección viral rápida de la NASA y la investigación en curso del tratamiento buscan proteger a los astronautas, y en la Tierra también a portadores del virus.

“Los astronautas de la NASA soportan semanas o incluso meses expuestos a la microgravedad y la radiación cósmica, sin mencionar las fuerzas G extremas de despegue y reingreso”, dice el autor principal de la investigación, el doctor Satish K. Mehta, de KBR Wyle, en el Centro Espacial Johnson.

Para estudiar el impacto fisiológico del vuelo espacial, Mehta y sus colegas analizan las muestras de saliva, sangre y orina de los astronautas antes, durante y después del vuelo espacial. “Durante los vuelos espaciales hay un aumento en la secreción de hormonas del estrés como el cortisol y la adrenalina, que se sabe que suprimen el sistema inmunológico.

herpes-marte

“Encontramos que las células inmunitarias de los astronautas, particularmente aquellas que normalmente suprimen y eliminan los virus, se vuelven menos efectivas, durante el vuelo espacial y, a veces, hasta 60 días después”, agrega el reporte.

En general, se detectaron cuatro de los ocho virus herpes humanos conocidos. Estos incluyen las variedades responsables del herpes oral y genital (HSV), la varicela y la culebrilla (VZV), que permanecen toda la vida en nuestras células nerviosas, así como el CMV y el EBV, que tienen una residencia permanente pero sin incidentes en nuestras células inmunitarias durante la infancia. CMV y EBV, son dos virus asociados con causar diferentes cepas de mononucleosis o la “enfermedad del beso”.

La exploración del espacio profundo podría depender de una prevención y tratamiento efectivos. Hasta ahora, este derramamiento viral es típicamente asintomático. Sin embargo, la eliminación continua del virus después del vuelo podría poner en peligro a los contactos inmunocomprometidos o no infectados en la Tierra, como los recién nacidos.

“Los VZV infecciosos y el CMV se eliminaron en los fluidos corporales hasta 30 días después del regreso de la Estación Espacial Internacional. La contramedida ideal es la vacunación para los astronautas, pero hasta ahora solo está disponible contra el VZV.”

Suscríbete al Boletín

PAÍSES QUE NOS ESTÁN VIENDO