Ciencia y tecnología

Hallan fósil de depredador marino en el desierto de Atacama

El pliosaurios es una especie conocida como uno de los mayores depredadores marinos del Jurásico, con una mordida más poderosa que la del Tyrannosaurus rex

Teorema Ambiental/Redacción

Santiago de Chile, 25 de septiembre de 2020.— Investigadores chilenos hallaron restos fósiles de un dinosaurio depredaros marino en el actual desierto de Atacama, al norte del país hace unos 160 millones de años. Al ejemplar se le conoce como pliosaurios y tenía una mordida más poderosa que la del Tyrannosaurus rex, por lo que se considera como uno de los mayores depredadores marinos del Jurásico.

El fósil consiste en fragmentos de mandíbula, dientes y extremidades correspondientes a dos especímenes, y representa el segundo registro más antiguo de pliosaurios en el Hemisferio Sur. Fueron encontrados en dos sitios diferentes en la cuenca del río Loa, a unos 20 kilómetros al oeste de la norteña ciudad de Calama, que en el Jurásico se encontraba casi totalmente sumergida en el océano Pacífico.

El descubrimiento fue hecho por un equipo de investigadores de la Universidad de Chile liderado por el paleontólogo Rodrigo Otero y fue publicado en la revista Journal of South American Earth Sciences.

“Del primero obtuvimos un fragmento de mandíbula. Del segundo espécimen, hasta ahora hemos recuperado parte de una cintura, aparentemente pectoral, una aleta relativamente completa, y el fémur, que ya se había erosionado en gran parte y fue recuperado peinando sedimentos recientes”, explicó el paleontólogo. “Es posible que la cola y parte de la pelvis se hayan erosionado”, pero celebró que el cráneo se haya preservado.

El fósil completo debe medir entre seis y siete metros, su cráneo tiene cerca de un metro de largo, y sus dientes filosos, entre ocho y diez centímetros. “Por el momento, no sabemos de qué género puedan tratarse, pero eso lo podremos aclarar cuando se prepare el cráneo y/o la aleta completa”, finalizó.

Características de lo pliosaurios

Fueron reptiles marinos megadepredadores durante el periodo Jurásico, con una enorme cabeza, mandíbulas y dientes, y un tamaño que alcanzó hasta 15 metros o más. Poseía un gran cráneo con el rostro alargado, dientes muy robustos y firmemente unidos a la mandíbula. El cuello era corto y robusto, su cuerpo era hidrodinámico y sus extremidades estaban adaptadas a modo de aletas.

Este reptil marino se ubicó en la cúspide de la cadena alimentaria del Jurásico Superior como un depredador de organismos grandes, posiblemente plesiosaurios, ictiosaurios y tiburones, entre otros. Sus restos fueron hallados cerca de otros yacimientos fósiles que permitieron identificar el pasado agosto a los géneros de plesiosaurios Muraenosaurus y Vinialesaurus.

En el desierto de Atacama se han hallado nuevos materiales de vertebrados marinos, incluyendo restos craneales de ictiosaurios, cocodrilos marinos y plesiosaurios, junto con una diversidad de peces que abarcan desde formas muy pequeñas hasta formas filtradoras gigantes.

Esta diversidad de vertebrados marinos hallados en la zona sugiere que en el pasado existió un corredor marino, llamado “Corredor del Caribe”, que conectó el mar de Tetis, actual Atlántico norte, y el antiguo océano Pacífico durante el Jurásico Medio y Superior, cuando parte del territorio chileno estaba sumergido en el mar y Sudamérica aún estaba unido al megacontinente Gondwana.

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