Los esfuerzos realizados por el Sistema Nacional de Salud durante las últimas décadas han permitido alcanzar grandes logros, por ejemplo, la eliminación total de enfermedades como la viruela o la poliomielitis y una cobertura nacional del esquema básico de vacunación del 98 por ciento.
Sin embargo, existen aún grandes retos, como extender la protección social en salud a todos los mexicanos. La creación de Sistema de Protección Social en Salud permitirá que todos los mexicanos, independientemente de su condición laboral, capacidad de pago o estado de salud, paulatinamente tengan acceso a la seguridad social en materia de salud.
A partir de enero de 2004 anualmente se integrará a un nuevo esquema de seguridad social 14.3 por ciento de la población, de tal forma que en 2010 la totalidad de los mexicanos contará con este beneficio. La meta es hacer de México un país de derechohabientes.
El Sistema de Protección Social en Salud hará posible transformar la estructura financiera del sector salud para alcanzar la universalidad de la protección social. El objetivo es lograr que el sistema de salud establecido en 1943, se extienda a todos los mexicanos a través de la conformación de un nuevo sistema integrado por tres seguros públicos de salud: el IMSS, para los asalariados del sector formal de la economía; el ISSSTE para los empleados del gobierno; y el Seguro Popular de Salud, destinado a las familias de los autoempleados, los trabajadores no asalariados y los desempleados.
La seguridad social protege aproximadamente a 55 por ciento de la población mexicana, principalmente a través del IMSS y del ISSSTE. Empero, más de 45 millones de mexicanos carecen de protección social en salud, la mayoría de ellos autoempleados que pertenecen a los estratos más pobres de la población.
Se estima que anualmente entre dos y tres millones de familias se ven en la necesidad de pagar de su bolsillo elevados gastos derivados de la atención de la enfermedad de alguno de sus miembros. La mayoría de estas familias pertenecen al hasta hoy amplio grupo de población no derechohabiente de algún tipo de seguridad social.
Además, el gasto de bolsillo desincentiva la aplicación de medidas preventivas. Se calcula que en México alrededor de 30 por ciento de la atención médica se posterga debido a la falta cobertura de la seguridad social.
Entre los beneficios que recibirán los afiliados al Seguro Popular de Salud destacan la eliminación de cuotas de recuperación al hacer uso de los servicios médicos, reducción del gasto de bolsillo, mayor acceso a medicamentos y atención médica preventiva. Los requisitos son únicamente cubrir la cuota asignada de acuerdo con la capacidad de pago de la familia y no ser derechohabiente de algún tipo de seguridad social al momento de solicitar la afiliación al Seguro Popular de Salud.
La afiliación deberá comenzar en las zonas rurales más pobres del país y paulatinamente extenderse a todas las ciudades del país, según establece La Ley General de Salud.
Las personas que tengan interés en afiliarse, pero que no puedan hacerlo debido a que el Seguro Popular de Salud tiene una capacidad máxima de afiliación de 14.3 por ciento anual, mantendrá los beneficios que hoy tiene. De tal forma que, en caso de así requerirlo, podrá ser atendido en los Institutos Nacionales de Salud o en las instalaciones de los servicios estatales de Salud, aunque en su caso se mantendrá la cuota de recuperación que cobran las unidades médicas al paciente de acuerdo con su nivel de ingresos.
La reforma prevé una mayor inversión federal y estatal en salud, que permitirá atender las demandas de la población que gradualmente se incorporará al Sistema. La condición socioeconómica no será limitante para el acceso al Sistema de Protección Social en Salud pues incorpora un esquema no contributivo para aquellas familias que por su condición económica o por su marginación no puedan aportar recursos.
Asimismo, a fin de impulsar la descentralización de los servicios, la reforma incorpora el compromiso de establecer centros regionales de alta especialidad, cuyo desarrollo deberá vincularse estrechamente con la planeación e inversión en infraestructura, lo que dará un importante impulso al sector salud.
• Por decreto se creó el Sistema de Protección Social Salud, que permitirá extender paulatinamente el aseguramiento de 45 millones mexicanos no derechohabientes de algún tipo de seguridad social
• Se trata de una reforma fiscalmente responsable, que incorporará anualmente al sistema nacional de salud al 14.3 por ciento de los desprotegidos en la materia.
