Ciencia y tecnología

Hacen nanofiltro del carbón

Expertos del Centro de Investigación en Materiales Avanzados, CIMAV, con sede en Chihuahua, desarrollaron una tecnología que aprovecha trozos de pino y Encino sobrantes de la industria maderera local para obtener carbon activado de amplio uso en el filtrado de agua y en el sector de alimentos, bebidas y medicamentos.

El carbon activado se caracteriza por su estructura porosa, formada por pequeñísimos orificios, el 95 por ciento de ellos menores a dos nanómetros de diámetro cada uno (un nanómetro equivale a una millonésima parte de un milímetro) los cuales favorecen el proceso de adsorción, es decir, la capacidad de retener o concentrar un cuerpo sólido en la superficie.

La adsorción separa moléculas, por ejemplo de agua limpia y contaminantes, por eso es útil para filtrar líquidos. Durante este proceso físico que ocurre en la estructura porosa, las moléculas se adhieren a la superficie y se separan. El titular del proyecto en el CIMAV, el ingeniero metalúrgico Alejandro Robau Sánchez, explica que la tecnología de “activación física” inicia carbonizando los insumos de Madera, que se convierten en carbon primario, el mismo que se usa para encender fuego o asar carne en una parrilla.

Ya carbonizada, la materia prima se introduce en un horno, dentro del cual se genera una reacción química entre el carbon y vapor de agua a una temperatura de 800 grados Celsius. Esta reacción produce carbón activado, que con su estructura porosa funciona como un filtro de gran precision.

Luego del proceso, el carbón activado se enfría y se convierte en un compuesto granular o en polvo para filtrar diversas sustancias químicas, agua e insumos para elaborar alimentos. Actualmente, esta tecnología cuenta con un financiamiento de 2.8 millones de pesos del programa Avance del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Conacyt.

Fuente: Reforma

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