Ciencia y tecnología

Garantiza automatización calidad del agua

Ante la necesidad de ser más competitivos, sobre todo por la exigencia de calidad e inocuidad de Estados Unidos y otras naciones, algunos productores agrícolas mexicanos comienzan a automatizar sus sistemas de riego, lo cual implica un costo, pero también permite un óptimo uso de fertilizantes, ahorro de agua y mejorar la producción en general.

El controlar con precisión el uso de fertilizantes, la cantidad de sales, la concentración de organismos contaminantes y otros elementos resulta fundamental para obtener una buena cosecha, particularmente en invernadero.

Otra ventaja de los sistemas automatizados es el tener una menor incidencia de hierbas no deseadas, lo que implica menos uso de lo que son herbicidas, lo cual a su vez disminuye el requerimiento de mano de obra.

La agricultura es un negocio y debemos ser no sólo productores sino buenos administradores en sistemas de riego, uso de fertilizantes adecuados, alta tecnología; no sólo debemos ser competitivos sino tener calidad, remarcó Pablo Correa.

En su conferencia Automatización de Fertirriego, resaltó que una ventaja de este sistema es el ahorro considerable de agua y una dosificación racional de fertilizantes, ya que la planta en un momento dado no alcanza a absorber todos los nutrientes, por lo que requiere asimilarlos gradualmente.

Al respecto, explicó que en un sistema de riego siempre existe un bulbo de mojado que permite a la planta tener la suficiente humedad y a su disposición los fertilizantes.

Durante la Expo Agroalimentaria Guanajuato 2003, el especialista de Hannapro mencionó que entre las desventajas, que puede tener en un momento dado la aplicación de riego localizado, está el costo o inversión inicial altos, pero que en el corto plazo, de dos a tres años, con la producción de algunas cosechas se llega a pagar; además, requiere personal especializado; también se puede dar la acumulación de sales en bulbos de mojado que, sin embargo, se puede compensar o contrasrrestar aplicando riegos pesados esporádicamente simplemente para hacer un lavado de sales y tener otra vez las condiciones óptimas para el cultivo.

Otro problema que se puede presentar es el taponamiento de emisores, es decir, la concentración de sales, tanto las que vienen en el agua de riego como los fertilizantes directamente se aplican. Sin embargo, para eso existen sistemas que permiten hacer un lavado antes y después de lo que es la aplicación de fertilizantes para evitar el taponamiento.

Calidad del agua

Dependiendo de las zonas en México se tiene una diferente calidad de agua para riego. En cuanto al problema físico están los sólidos suspendidos: sales, carbonato o bicarbonato. De acuerdo con los parámetros técnicos el riesgo es reducido si en el sistema de riego se tienen cantidades menores a 50 partes por millón (ppm); de 50 a 100 ppm de sólidos totales suspendidos es un riesgo mayor, y existe un riesgo alto en una concentración superior a 100 ppm.

En el caso químico si se tiene un pH menor a siete hay menos probabilidades de taponamientos. En caso de registrar niveles de siete a ocho o una cantidad mayor se pueden tener carbonatos o bicarbonatos, de acuerdo con la conductibilidad eléctrica, lo cual repercutirá en el taponamiento de los goteros.

Respecto de los problemas biológicos, cuando la población bacteriana (algas) que frecuentemente se observa en las zonas húmedas de cintillos de riego, para eso existen métodos químicos que permiten mantener el buen funcionamiento o en buena calidad de los sistemas de riego.

Una de las soluciones previas al bombeo es permitir la entrada de luz para evitar la proliferación de algas e instalar toma de agua a una profundidad adecuada para evitar problemas de esta especie.

En cuanto a las soluciones ya en bombeo el tratamiento se realiza con hipoclorito de sodio generalmente en dosis de 10 ppm, cuidando no rebasar la concentración de cloro libre, que son 30 ppm porque resulta perjudicial para el cultivo, y tener un pH óptimo (entre 5.5. y 6) para que el cloro reaccione.

En sistemas de riego la gente tiene mucho cuidado de que su agua inicial tenga condiciones de pH de 5 o 5.5 o 6, según sea la fuente con la que cuente. Es importante porque cuando se aplican los fertilizantes deben llegar al cultivo alrededor de 6.5 y 7.5, que es el valor ideal para desarrollo de cultivo en general. Arriba de 7 hay alcalinidad, por lo cual podría registrarse la presencia de carbonatos o bicarbonatos en su momento y en el caso de tener un agua muy ácida (poco común en México) con valores de 7 hacia abajo.

La conductibilidad eléctrica es de suma importancia, se maneja una unidad, miliSiemens (mS/cm), que nos permite conocer la calidad de riego inicial y de cuando aplicamos el fertilizante. En jitomate la tolerancia es de hasta 3.8 de conductibilidad eléctrica, pero hay otros cultivos que son más sensibles y requieren valores de 3. Esto quiere decir, que debe tenerse un control en el sistema de riego para poder tener una conductibilidad óptima que finalmente cuando llegue a la planta, permita que las sales en lugar de ocasionar daños fisiológicos, como quema de hojas, esos fertilizantes aplicados sean los adecuados para el desarrollo. En agua sin fertilizantes valores menores a 0.5 es de buena calidad; 0.5 a 1.5 es calidad media y mayor de 1.5 tenemos problemas de presencia de algunas sales.

Los iones que se forman en las sales de agua de riego son la combinación de bicarbonatos (aniones y cationes), ya sea de calcio, de magnesio, de sodio o sulfato de calcio, debido a la contaminación generada por la aplicación continua de fertilizantes.

La dureza total también es un parámetro importante en lo que es la calidad del agua de riego, donde menos de 60 ppm de carbonato de calcio es un agua muy blanda; de 70 a 140 blanda y semiblanda de 140 a 220 y muy dura mayor a 500 ppm.

Soluciones técnicas

Para hacer más eficientes los sistemas de fertirriego existe un equipo automatizado que tiene la capacidad de controlar ocho, 16, 24 y 32 electroválvulas en campo, es decir, ya sean ocho invernaderos o uno con ocho sectores diferentes, donde se manejen diversos cultivos.

Una característica de este sistema es que maneja un rango de pH de 0 a 14 y un control de conductibilidad eléctrica de 0 a 20 mS/cm. También tiene la opción de accionarse por medio de radiación solar. Tiene diez programas de riego y se puede seleccionar el pH deseado para que se den los valores de éste y de conductibilidad eléctrica adecuados.

Asimismo, se puede manejar el control de riego por tiempo o volumen. En control de flujo se aplica un ácido para regular el pH y hay cuatro válvulas para la misma cantidad fertilizantes. Todo se puede manejar con el software adecuado.

Una recomendación adicional es realizar riego y postriego para lavar los conductos y evitar el taponamiento de los conductos.

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