Ciencia y tecnología

Frijol contra el cáncer

Se estima que 70 por ciento de las muertes por cáncer colorrectal en Estados Unidos se pudo haber prevenido si se hubiera modificado la dieta; es decir, cambiar los alimentos con alto contenido calórico (grasas animales, carbohidratos) por dietas abundantes en vegetales y frutas.

La importancia que el frijol ha tenido en la dieta de nuestro país es indiscutible. Hoy representa 15 por ciento de los alimentos que ingieren habitantes de zonas rurales y, aunque no existen estadísticas, se cree que en el sector urbano el consumo es similar.
No obstante que el consumo per cápita anual de frijol en México ha pasado de 22 a 11 kilogramos, sigue siendo una fuente importante de proteínas, minerales y vitaminas para más de 50 millones de mexicanos.

Además del aporte nutricional, el frijol es considerado como un alimento nutracéutico, es decir, que brinda beneficios a la salud. Por ejemplo, se ha reportado que su consumo disminuye el contenido de glucosa y colesterol en la sangre, lo cual se atribuye a la fibra presente en la leguminosa. Asimismo, se sabe que los compuestos fenólicos presentes en la testa tienen un efecto similar a los que están presentes en la uva roja, que son compuestos antioxidantes, antimutágenos y anticancerí-genos.

Por otro lado, dos compuestos, denominados fitohormonas, que han llamado la atención en la soya son la daidzeina y la genisteina, cuyo consumo se ha relacionado con el bajo índice de problemas que tienen que ver con la menopausia y ciertos tipos de cáncer observado en los países asiáticos. Estas fitohormonas están presentes en el frijol, particularmente en las variedades de color negro.

Efectos anticancerígenos

Un aspecto del frijol que también ha llamado la atención de la ciencia está relacionado con la prevención del cáncer de colon.

En los años setenta, las encuestas realizadas en los ám-bitos regional y nacional demos-traron que la población mexica-na consumía una dieta rica en fibra por el alto consumo de tortilla y frijol. En la actualidad, los hábitos alimenticios han cambia-do dando como resultado que la dieta sea más rica en su contenido calórico.

A mediados de los años noventa se informó que los tumores del tracto digestivo (incluido obviamente el colon) eran el tercer tipo de neoplasma más frecuente en México. Situación que no se daba en los setenta.

Varios estudios encontraron una correlación negativa entre la incidencia de cáncer de colon y el consumo de frijol. El Instituto Americano para el Comité para la Investigación del Cáncer reconoció en 1997 el potencial que el consumo de leguminosas tiene para disminuir el riesgo de contraer cáncer y destacó la necesidad de efectuar más investigaciones en este campo.
En el año 2002 apareció un reporte que demostró que el número y tamaño de tumores de cáncer en ratas disminuía hasta en un 50 por ciento cuando éstas eran alimentadas con dos variedades frijol negro y blanco que se consume en Estados Unidos.

Avances en México

Científicos de la Unidad de Biotecnología del Campo Expe-rimental Bajío del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) en colaboración con la Universidad Autónoma de Que-rétaro iniciaron una serie de estudios que tienen como objetivo evaluar el efecto del consumo de frijol sobre el cáncer de colon en ratas.

A diferencia de otras investigaciones, ésta considera evaluar variedades y tipos de frijol de mayor demanda en nuestro país.

El primero de esta serie de trabajos se realizó con va-riedades de frijol Flor de Mayo Anita, Flor de Junio Marcela, Negro 8025, Pinto Zapata y Blanco Tlaxcala, así como las especies negros y morados de frijol Ayocote (Phaseolus coccineus).

Los avances sugieren que el consumo de estos tipos de frijol disminuye la presencia de tu-mores en el colon de las ratas entre 23 y 65 por ciento. Se encontraron diferencias relacionadas con el efecto del consumo de diversos tipos de frijol sobre el cáncer de colon en ratas. Aquellas que consumieron frijol Blanco Tlaxcala y Negro 8025 tuvieron mayor protección contra el choque inmunodepresivo que se presenta cuando se aplica el químico que causa el cáncer de colon; en las alimentadas con frijol Pinto Zapata y Negro 8025 el número de tumores de cáncer de colon fue la mitad en comparación con el número de tumores en las ratas alimentadas con las demás clases de frijol; el número de tumores fue menor en las alimentadas con Pinto Zapata.

Los grupos con un menor número de ratas con cáncer de colon fueron aquellos que se alimentaron con frijol Pinto Za-pata, seguido de los alimentados con Negro 8025 y Ayocote Negro.

El número de lesiones —las cuales pueden evolucionar para generar tumores— fue el doble en ratas que se alimentaron con frijol Flor de Junio Marcela en comparación con las alimentadas con los demás tipos de frijol.

Otro aspecto de este estudio fue analizar las variedades involucradas con elfin de conocer las diferencias en el tipo de compuestos químicos presentes en cada variedad y sus resultados se están analizando actualmente. También se realizaron estudios sobre el efecto del consumo de estos tipos de frijol en ratas diabéticas.

La disminución que se ha observado en el consumo de frijol en nuestro país es preocupante debido a la relación que se ha venido reportando sobre el efecto benéfico en la salud. Por tanto, retirar esta humilde leguminosa de nuestra dieta no parece ser lo más apropiado.

Suscríbete al Boletín

PAÍSES QUE NOS ESTÁN VIENDO