Ciencia y tecnología

Esta es la función que realiza la mucosa nasal

Un estudio del MIT explica que estas secreciones desarman a los microbios que podrían afectar al cuerpo humano

Teorema Ambiental/Redacción

Ciudad de México, 8 de noviembre de 2019.— Más de 200 metros cuadrados de nuestros cuerpos, incluidos el tracto digestivo, los pulmones y el tracto urinario, están cubiertos de mucosidad. En los últimos años, no solo se ha investigado cómo funciona como una barrera física que atrapa bacterias y virus, sino que también puede desarmar a los patógenos para evitar que causen infecciones.

De acuerdo con un estudio del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) los glicanos, es decir moléculas de azúcar ramificadas que se encuentran en el moco, son responsables de la domesticación de microbios. El moco contenía diferentes tipos de glucanos y las investigaciones descubrieron que estas moléculas pueden evitar que las bacterias se comuniquen entre sí y formen biopelículas infecciosas, haciéndolas inofensivas.

“Lo que tenemos en el moco es una mina de oro terapéutica”, explicaron Katharina Ribbeck y Mark Hyman, profesores de Ingeniería Biológica en el MIT. “Estos glicanos tienen funciones biológicas que son muy amplias y sofisticadas. Tienen la capacidad de regular cómo se comportan los microbios y realmente sintonizar su identidad.”

La investigación fue publicada en Nature Microbiology. Los investigadores se centraron en las interacciones de los glucanos con Pseudomonas aeruginosa, un patógeno oportunista que puede causar infecciones en pacientes con fibrosis quística y personas con sistemas inmunes comprometidos. Además, ahora investigan cómo los glucanos también tienen capacidad de regular el comportamiento de otros microbios.

El autor principal del artículo de Nature Microbiology es el estudiante graduado del MIT Kelsey Wheeler.

La persona promedio produce varios litros de moco todos los días. Pero anteriormente se pensaba que este moco funcionaba principalmente como lubricante y barrera física. Sin embargo, los científicos han demostrado que la mucosidad en realidad puede interferir con el comportamiento bacteriano, evitando que los microbios se adhieran a las superficies y se comuniquen entre sí.

Ribbeck quería probar si los glicanos estaban involucrados en la capacidad del moco para controlar el comportamiento de los microbios. Estas moléculas de azúcar, un tipo de oligosacárido, se unen a proteínas llamadas mucinas, los bloques de construcción de moco que forman gel, para formar una estructura similar a un cepillo de botella.

“Hemos visto que las mucinas intactas tienen efectos reguladores y pueden causar cambios de comportamiento en toda una gama de patógenos, pero ahora podemos identificar el mecanismo molecular y las entidades responsables de esto, que son los glucanos”, dice Ribbeck.

En estos experimentos, los investigadores utilizaron colecciones de cientos de glucanos, pero ahora planean estudiar los efectos de cada tipo de glucanos, que pueden interactuar específicamente con diferentes vías o microbios diferentes.

Pseudomonas aeruginosa es solo uno de los muchos patógenos oportunistas que el moco saludable mantiene bajo control. Ribbeck ahora está estudiando el papel de los glicanos en la regulación de otros patógenos, incluidos Streptococcus y el hongo Candida albicans, y también está trabajando en la identificación de receptores en las superficies de las células microbianas que interactúan con los glicanos.

Su trabajo sobre Streptococcus ha demostrado que los glicanos pueden bloquear la transferencia horizontal de genes, un proceso que los microbios suelen utilizar para propagar genes para la resistencia a los medicamentos.

Ribbeck y otros investigadores ahora están interesados en usar lo que han aprendido sobre las mucinas y los glicanos para desarrollar moco artificial, lo que podría ofrecer una nueva forma de tratar enfermedades derivadas de moco perdido o defectuoso.

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