El Día Mundial del Medio Ambiente es uno de los principales vehículos por medio de los cuales la Organización de las Naciones Unidas estimula la sensibilización mundial en torno a esta problemática e intensifica la atención y la acción política.
Con el lema: “Dale una oportunidad a la Tierra”, la agenda de trabajo que se planteó el organismo intrnacional desde el año pasado fue darle un amplio sentido humano a los temas ambientales, permitir que las personas se conviertan en agentes activos del desarrollo sostenible y equilibrado, promover un entendimiento donde las comunidades sean fundamentales en las actitudes de cambio hacia los temas ambientales y apoyar a las asociaciones que aseguren a todas las naciones y personas el poder disfrutar de un futuro más seguro y próspero.
El Día Mundial del Medio Ambiente reúne a personas y organizaciones con actividades multicolores, como concentraciones en las calles, conciertos ecológicos, ensayos y competencias de carteles en las escuelas, plantaciones de árboles, campañas de reciclado y de limpieza.
Este suceso también inspira a periodistas a hacer reportajes acerca del medio ambiente, a organizar y participar en seminarios, mesas redondas y conferencias. Asimismo, se trata de una oportunidad de firmar o ratificar convenios internacionales y en muchas ocasiones conduce al establecimiento de estructuras gubernamentales permanentes relacionadas con el manejo ambiental y la planeación económica.
La imaginación es mejor que el conocimiento
Albert Einstein dijo en una ocasión que en una crisis, la imaginación es mejor que el conocimiento. En este sentido, Kofi Annan, secretario general de la ONU, aseguró que ya se tienen las habilidades técnicas para detener las tendencias destructivas y colocar a las economías sobre bases más sostenibles.
No son el conocimiento o la investigación científica, sino factores políticos y económicos, los que determinarán si la sabiduría acumulada en los laboratorios y bibliotecas habrán de llevarse a la práctica o no. Retos como el cambio climático, la desertificación, la destrucción de la diversidad biológica y la expansión de la población están poniendo a prueba nuestra imaginación y nuestra voluntad.
Por su parte, Klaus Topfer, director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), sentenció que las soluciones tecnológicas y singulares para problemas específicos no son suficientes. Lo que hace falta es un cambio fundamental en la manera en que satisfacemos nuestras necesidades y en una nueva evaluación de cuáles son realmente nuestras necesidades.
