Ciencia y tecnología

El biofiltro, opción para eliminar malos olores de aguas residuales

Evitar malos olores generados por plantas de tratamiento de aguas residuales o pozos de bombeo del drenaje, es uno de los objetivos de los biofiltros, desarrollo tecnológico del equipo de investigación encabezado por Adalberto Noyola Robles, del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Este proyecto, que se encuentra en la lista de los Casos de Éxito de la Ciencia Mexicana, elaborada por la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), es, a decir de Noyola Robles, un instrumento de mucha utilidad, sobre todo en las plantas de tratamiento que se encuentran dentro de las grandes ciudades o próximas a zonas pobladas.

De acuerdo con el investigador, este proyecto parte de la necesidad de controlar los malos olores, originados por el ácido sulfhídrico. Por esa razón, comentó, se tomó la molécula de dicho ácido como centro del mal olor para eliminarlo con estos biofiltros, que son sistemas compuestos por columnas rellenas de composta vegetal, mediante las cuales pasan los gases malolientes para ser degradados.

«La ventaja de ese proceso es que la composta vegetal es muy barata y, una vez agotado su uso dentro de los biofiltros, lo cual ocurre después de varios meses de haber sido colocada, se puede utilizar para mejorar la calidad de los suelos.»
Noyola Robles lamenta que pese a que la adquisición y operación de esta tecnología es más barata en comparación con otras similares desarrolladas en el extranjero, no haya habido interés ni sistema adecuado para colocarla en el mercado.

Lamentablemente, el biofiltro no ha logrado grandes ventas, aunque ha sido apoyado económicamente por el Conacyt y puede ser de gran utilidad para varias plantas de tratamiento de aguas residuales que se encuentran dentro de las ciudades o próximas a poblaciones.

Fuente: Academia Mexicana de Ciencias / La Jornada

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