Ciencia y tecnología

Efectos nocivos en el cerebro ocasionados por no dormir bien

Desvelarse un poco cada noche provoca daños a zonas en donde se almacena la información numérica, los recuerdos y también las emociones

Teorema Ambiental/Redacción

Ciudad de México, 30 de diciembre de 2019.— Cerca de la mitad de los mexicanos tiene algún trastorno del sueño, el cual podría agravarse y provocar severos daños neurológicos o cardiovasculares.

De acuerdo con la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM, al dormir se realizan importantes procesos biológicos como la regulación metabólica, la consolidación de la memoria, la activación del sistema inmunológico, por lo que la falta de descanso los obstaculiza y puede generar enfermedades crónicas.

Desvelarse un poco cada noche provoca daños a zonas en donde se almacena la información numérica, los recuerdos y también las emociones. Además, una persona cansada puede presentar irritabilidad, fallas en la memoria o lagunas mentales y aumenta su riesgo de desarrollar derrame cerebral debido a las débiles conexiones neuronales.

También existe evidencia de que los trastornos del sueño incrementan el riesgo de tener padecimientos crónicos, como pueden ser:

  • Cardiovasculares: Hipertensión, cardiopatía isquémica, insuficiencia cardiaca, fibrilación auricular.
  • Metabólicas: Síndrome metabólico, diabetes mellitus tipo 2, obesidad, dislipidemia.
  • Neurológicas: Enfermedad vascular cerebral, deterioro cognitivo o demencia.
  • Psiquiátricas: Depresión, ansiedad, suicidio.
  • Otras: Síndrome de fatiga crónica.

Sin embargo, no solo se trata de dormir un determinado número de horas, sino que además se debe lograr la máxima calidad del sueño, con los siguientes factores que propicien el descanso del cuerpo como son:

  • Dormir en ambientes favorables, como un colchón ergonómico y confortable, luz totalmente apagada y absoluto silencio.
  • Descansar adecuadamente el número de horas recomendadas según su edad (seis horas para personas mayores, entre seis y ocho horas, para jóvenes y adultos, y más de ocho horas en caso de niños, mínimo por día).
  • Evitar actividades sensorialmente estimulantes antes de acostarse (videojuegos, celular, televisión).
  • Eliminar la ingesta de bebidas azucaradas, por lo menos cuatro horas antes de ir a acostarse.

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