Científicos de la UNAM descifraron el genoma completo de la bacteria Rhizobium etli, que fija de manera natural el nitrógeno que requiere el organismo humano para sobrevivir y que obtiene por medio de los alimentos.
El nitrógeno que obtiene la planta de frijol, a la que está asociada la bacteria, permite que, en el caso de la alimentación, los humanos obtengan el químico necesario que se requiere para que el organismo procese nutrientes, proteínas y vitaminas.
La bacteria cuenta con 6.5 millones de nucleótidos y 4.3 millones de pares de bases de cromosomas.
Los científicos mexicanos se colocan con este estudio a la vanguardia. Investigadores de Estados Unidos, Inglaterra y Francia hasta ahora han logrado secuenciar casi 300 genomas de especies animales y vegetales en el mundo, de los millones que existen en el ambiente.
En el caso de Latinoamérica, México es el segundo país con este tipo de investigaciones, después de Brasil que secuenció una bacteria de la uva.
Fue en uno de los laboratorios del Centro de Ciencias Genómicas de la UNAM en donde cuatro investigadores mexicanos lograron desintegrar, interpretar y armar mediante procesos de cómputo y biológicos esta bacteria, que de manera natural permite eliminar desinfectantes, aromáticos y otros tóxicos que se encuentran en el subsuelo.
Al dar a conocer este avance en la ciencia mexicana, que fue publicado hace tres días por una de las revistas de mayor prestigio mundial (Proceedings of the National Academy of Sciences of the USA), los investigadores universitarios informaron que el proceso llevó más de siete años y hasta ahora se invirtieron poco más de 70 millones de pesos.
El desciframiento permite que a partir de este genoma se inicien diversas líneas de investigación, relacionadas no sólo con la alimentación sino también con la salud, la medicina forense y legal y la antropología.
La bacteria Rhizobium etli, de manera natural, se encarga de incorporar el nitrógeno (que se encuentra en la atmósfera) en forma de amonio, el cual es asimilado por la planta de frijol, a la que está asociada. Éste se constituye en un proceso vital para la agricultura y que a su vez es ecológicamente limpio.
Los científicos Julio Collado, Víctor González y Guillermo Dávila informaron, en conferencia de prensa, que estudiar cómo se realiza la fijación de nitrógeno ayudará a encontrar medios para reducir o eliminar los fertilizantes nitrogenados que causan problemas ecológicos. Sin embargo, en ese centro de investigación ya se han desarrollado fertilizantes biológicos para mejorar la producción agrícola.
El genoma de Rhizobium etli, explicaron, tiene seis moléculas extracromosomales y un cromosoma. Este último tiene todos los genes necesarios para que la bacteria pueda vivir, pero los plácidos tienen información genética que le sirve para contender con diferentes ambientes existentes en el suelo, y una molécula llamada plácido simbiótico, la cual a su vez contiene la mayor parte de los genes necesarios para hacer la nodulación y fijación del nitrógeno.
El director del Centro de Ciencias Genómicas de la UNAM, Julio Collado, dijo que los trabajos realizados por cuatro investigadores mexicanos impulsan la labor de esta área de la ciencia innovadora en el mundo, sólo que ahora en territorio mexicano, y que entre sus primeros impactos, a más tardar en un año, ese centro de investigación abrirá el doctorado en ciencias genómicas.
A tres años de que se abrió la licenciatura en ciencias genómicas están incorporados casi 100 estudiantes a esta carrera, lo que permite que se vaya integrando una nueva generación de científicos mexicanos multiespecialistas, con una formación biológica, de cómputo y matemáticas.
El artículo Desarrollo de las Ciencias genómicas en México: El Genoma de Rhizobium etli como modelo fue publicado el pasado 7 de marzo de este año en el National Academy of Sciences, y lo firman los científicos titulares y jóvenes estudiantes de ese centro: Julio Collado Vives, Guillermo Dávila, Víctor González, Rosa Isela Santamaría, Patricia Bustos, Ismael Hernández González, Arturo Medrano Soto, Gabriel Moreno, Hagel Sieb, Sarath Chandra Janga, Miguel A. Ramírez y Verónica Jiménez Jacinto.
Fuente: El Universal
