Ciencia y tecnología

Desarrollan investigadores mexicanos plásticos biodegradables

El material no es plástico convencional, sino una resina que tiene la propiedad de ser biodegradable

MÉXICO.— Investigadores mexicanos desarrollaron una resina con ácido poliláctico como alternativa en la fabricación de objetos de plástico como bolsas, botellas, tenedores, cucharas o pañales.

La idea es desarrollar un plástico biodegradable por medio de una resina de ácido poliláctico que se obtiene del maíz, tapioca, caña de azúcar y sorgo, explicaron los ingenieros Hazael Pinto Piña y Álvaro Carlos Rodríguez, del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Monterrey.

El material no es plástico convencional, sino una resina que tiene la propiedad de ser biodegradable, procedente de una fuente renovable de materia prima.

Lo primero que hacemos es obtener el ácido láctico, que es la materia prima para elaborar el plástico, después buscamos purificarlo y finalmente el ácido puro lo polimerizamos y generamos la resina, expusieron los investigadores.

La investigación se realiza desde hace dos años en el Centro de Biotecnología del Tecnológico de Monterrey. La propuesta de inicio es producir sólo la materia prima, el ácido poliláctico, y a largo plazo iniciar con la fabricación de los productos plásticos.

El mercado nacional para este material es amplio, pues en la actualidad este tipo de resina es importada al país y se adquiere a un precio elevado.

Nuestra intención es crear una resina ambientalmente responsable que al mismo tiempo responda a las necesidades de los productores y consumidores; es decir, que desde la materia prima se encuentre con precio competitivo y el producto llegue al consumidor final de manera accesible, detalló Pinto Piña.

Con la utilización de esta resina, una bolsa fabricada con dicho material se va a degradar en un periodo de tres a seis meses en condiciones de compostabilidad (de temperatura y humedad) en un basurero normal a cielo abierto. Y una botella para agua podría tardar seis años en degradarse, y si se encuentra en anaquel (en un supermercado o tienda) tendría diez años de vida.

La investigación se encuentra en la fase de desarrollo a nivel de laboratorio y ha contado con apoyos del Tecnológico de Monterrey, a través del Centro de Biotecnología FEMSA-ITESM. El trabajo obtuvo el Premio Santander a la innovación hace un año, y en la actualidad cuenta con el apoyo del Programa InnovaPyme de Conacyt.

La propuesta tiene dos solicitudes de patente y se espera crear una empresa a partir del desarrollo, por lo que en lo futuro espera producir mil toneladas de resina al año, la materia prima para formular bolsas y otro tipo de objetos biodegradables.

Fuente: Redacción Teorema Ambiental

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