Ciencia y tecnología

Crea el IPN tecnología para explotar plantas de la costa

Investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) desarrollaron tecnología para la extracción y procesamiento de alginatos (componentes naturales que se encuentran en la pared celular de las algas cafés gigantes), la cual puede aportar grandes beneficios económicos para algunos sectores de la producción industrial.

México importa 300 toneladas anuales de alginatos, los cuales son empleados para la elaboración de productos textiles, alimenticios y farmacéuticos. El precio promedio en el mercado de este producto es de 10 dólares el kilogramo, pero con esta nueva tecnología el costo de producción sería de seis dólares el kilo, con lo cual el país podría ahorrar alrededor un millón 200 mil dólares al año.

Equipo del Cicimar

Con el propósito de desarrollar tecnologías que permitan la explotación y uso adecuado de los recursos naturales y, al mismo tiempo, generar productos de alto valor comercial, los investigadores del Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (Cicimar) Gustavo Hernández Carmona, Elizabeth Rodríguez Montesinos, Dora Luz Arvizu Higuera y Mauricio Muñoz Ochoa, crearon el proyecto de investigación denominado Producción comercial de alginatos, una alternativa de inversión, mediante el cual lograron el aprovechamiento integral de algas marinas, que sirven principalmente para espesar y gelatinizar compuestos.

Estos alginatos, explicó Hernández Carmona, se emplean en la elaboración de productos como jarabes y cápsulas de liberación prolongada, impresiones dentales, alimentos enlatados, aderezos, gelatinas, cosméticos, cerveza, pegamentos, papel e impresiones textiles.

Asimismo mencionó que la principal fuente de alginatos es el alga café gigante (Macrocystis pyrifera), además de que esos componentes tienen que ser importados, lo que incrementa los costos de producción de diversos productos.

Con el paquete tecnológico que se desarrolló en el Politécnico se logrará reducir la importación de esos compuestos y elevar la competitividad de los productos mexicanos en los mercados internacionales.

Agregó que “el objetivo es explotar las algas de las costas mexicanas y evitar la importación de alginatos, en el Cicimar desarrollamos todo el proceso tecnológico y logramos obtener 13 productos comerciales de alta demanda en el mercado, que incluye alginato de sodio refinado (siete presentaciones), alginato de sodio altamente refinado (dos presentaciones), alginato de potasio y de calcio, ácido algínico y alginato de propilenglicol, los cuales tienen un amplio potencial de aplicación en las industrias alimentaria, farmacéutica, cosmética y textil”.

Hernández Carmona sostuvo que en México se consumen alrededor de 300 toneladas anuales de los compuestos derivados de los alginatos a un costo de importación promedio de 10 dólares por kilo.

Por su parte, Rodríguez Montesinos resaltó que con esta nueva tecnología se estima que el costo de producción sería de seis dólares por kilo, considerando materia prima, suministros, mano de obra, mantenimiento, seguros, impuestos, empaque, ventas, administración e investigación, por lo que se tendría una ganancia de cuatro dólares por kilo.

Indicó que en Baja California existe una empresa que se encarga de extraer las algas para posteriormente enviarlas a Estados Unidos, donde son procesadas para obtener los alginatos. “El proyecto de investigación del Cicimar propone realizar el proceso en México para evitar gastos innecesarios y aumentar ganancias.”

Consumo mundial

A su vez, Arvizu Higuera señaló que la producción anual de alginatos a escala mundial es de 22 mil toneladas y los principales fabricantes son Reino Unido, Estados Unidos, Noruega y Francia, quienes aportan más de 80 por ciento del consumo mundial. Aunque recientemente han iniciado su elaboración a baja escala países como la India y Chile.

Comentó que “es importante que México posea tecnología endógena con la finalidad de que comience la comercialización de alginatos y contribuya a impulsar esta industria y con ello pueda generar divisas para el país, así como empleos directos”.

Muñoz Ochoa sostuvo que otra ventaja que ofrece esta novedosa tecnología es que se optimiza el proceso de producción, con el propósito de tener un consumo mínimo de agua dulce y, aunque se requieren grandes volúmenes del líquido, el agua residual puede ser tratada y recirculada.

Los científicos manifestaron su disposición a realizar la transferencia de esta tecnología a cualquier empresa nacional e internacional que se interese en poner en marcha un proyecto de producción y comercialización a gran escala.

Fuente: La Jornada

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