Ciencia y tecnología

Cosechas abundantes con clima controlado

El control del clima, el empleo de riego por goteo y la erradicación de plagas, han hecho posible la producción de 35 kilos por metro cuadrado de tomate, es decir, 350 toneladas por hectárea.

La productividad normal en campo son 10 kilos por metro cuadrado, pero con este sistema la relación es de tres a uno, ya que en el primer caso la planta crece hasta determinado tamaño y, en el segundo, como es tomate indeterminado puede crecer de 20 a 30 racimos y cada uno de éstos rinde hasta un kilo.

Antonio Rivas, residente de Instituto Tecnológico Agropecuario de Celaya, Guanajuato, platica que las ventajas del invernadero son que tiene un clima controlado respecto del campo abierto y la producción se eleva al doble o más. Sin embargo, para lograrlo hay que “sincronizar” la nutrición de la planta, realizar los cuidados necesarios, el manejo, el acomodo, y eso lleva a que la planta rinda más.

En una conversación con 2000 Agro, explica que un invernadero tipo tiene ventanas naturales de oeste a este para controlar la humedad relativa y la salida de bióxido de carbono de los calentadores que se encienden cuando hace frío para la temperatura. Hay calentadores de aire automáticos, los cuales se encienden cuando la temperatura baja hasta 10 o 12 grados y se apagan cuando se alcanzan los 22 grados, que es la temperatura promedio para que la planta siga funcionando.

En el caso del tomate la temperatura ideal es de 25 a 27 grados. Para este cultivo existe una máxima biológica que es de 35 a 36 y una mínima que es de ocho grados.

Desde que siembra la semilla para levantar la primera cosecha deben pasar de 85 a 90 días. En este sistema, de la cosecha de un primer y segundo racimo se obtienen alrededor de cinco toneladas, considerando que cada racimo pesa 700 u 800 gramos.

A principios del trasplante se debe medir cuánto crece cada semana, luego se mide distancia entre racimo y racimo, la cual no puede ser mayor de 30 centímetros ni menor de 15 centímetros, para controlar la nutrición y obtener mejor rendimiento, un fruto con mejor tamaño, consistencia, sabor y fruto por racimo.

“Siempre hay que estar al pie del cañón y ser constante. Lo demás es el manejo de la planta, deshojarla, desfrutarla, todo es un conjunto para la planta sea de buen rendimiento”, asevera Antonio Rivas.

Remarca que se pueden alcanzar altos rendimientos, teniendo las condiciones aptas en el invernadero, con riego por goteo, con acolchado de plástico para evitar la hierba y maleza y coserve más la humedad en el suelo.

Puede emplearse un cabezal de riego por goteo o puede ser riego acolchado, fertirriego, con diez programas de riego, con encendido y apagado automático, se puede programar hasta un año para ciertas horas del día para aprovechar mejor el tiempo.

Entre las precauciones que debe tener un productor en un invernadero, el especialista recomienda mantener las puertas cerradas en la medida de lo posible para evitar el problema de plagas, que se da por el mal cuidado de las ventanas, ya que se meten gusanos o la mosquita blanca y que puede transportar. Sin embargo, es más probable que aparezcan hongos, ya que hay que manejar temperatura y humedad relativa.

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