fármacos
Ciencia y tecnología

Conoce los fármacos que fueron desechados para tratar el COVID-19

Se demostró científicamente que no tienen ninguna propiedad terapéutica contra el SARS-CoV-2 como la: hidroxicloroquina, cloroquina, ivermectina, nitazoxanida, azitromocina, entre otros

Teorema Ambiental/Redacción

Ciudad de México, 10 de julio de 2020.— Gustavo Reyes Terán, titular de la Comisión Coordinadora de los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad (CCINSHAE), explicó que hay una larga lista de fármacos que al inicio de la pandemia parecían ser una esperanza de posible tratamiento, pero tras realizarles ensayos clínicos no demostraron alguna efectividad contra el coronavirus SARS CoV-2 o contra la inflamación ocasionada por su contagio, por lo que recomendó no utilizarlos pues podrían causar severos daños ante un cuadro de COVID-19.

“Hay mucha basura farmacológica que ni siquiera debería de usarse en ensayos clínicos, que ni siquiera debería probarse aquí. Estamos en una emergencia mundial y por lo tanto el médico siente como una obligación de ofrecer algo a un paciente para tratar de mejorarle sus síntomas o disminuir el curso de la enfermedad o evitar las complicaciones graves de la infección viral”, explicó al periódico Milenio.

Y agregó: “Un principio ético médico establece: primero no dañar. Hay que seguirlo y no olvidarlo nunca, a veces se olvida por la desesperación o por la frustración misma de no tener nada a la mano contra una enfermedad enigmática, desconocida que además está matando a mucha gente y por tanto dan ganas de ofrecer algún medicamento para poder contrarrestar los efectos del COVID-19.”

Entre los fármacos que no han podido demostrar propiedades terapéuticas contra el COVID-19 están: hidroxicloroquina, cloroquina, ivermectina, nitazoxanida, azitromocina, kaletra, lopinavir, ritonavir, tocilizumab, sarilumab, baricitinib y ruxolitinib, además del factor de transferencia.

Hidroxicloroquina y cloroquina, que son utilizados para tratar la malaria, “tiene un efecto in vitro. Experimentando con células disminuye la infección viral y además tiene un efecto antiinflamatorio. Pero cuando se lleva en ensayo clínico al cuerpo humano es diferente, sin eficacia real, por lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo retiró de su estudio internacional que está conduciendo.”

Sin embargo, en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) y en otros centros de la CCINSHAE, se siguen los estudios con este medicamento en dosis diferentes a las que se utilizaron a escala internacional, y del cual se esperan resultados en breve.

Ivermectina, nitazoxanida y azitromocina, los primeros dos son antiparasitarios, mientras que el tercero es antibiótico. Para aplicarlos, los médicos deberían obtener el consentimiento de los pacientes, ya que se desconoce si tienen efectos positivos en el organismo infectado de COVID-19, pero a la vez se les informa sobre potenciales daños a la salud en caso de administrarlos.

“No deberían utilizarse”, señala el experto. “Por ejemplo: nitazoxanida que es un antiparasitario, ivermectina es otro antiparasitario que lo están utilizando muchísimo, la azitromicina que es un antibiótico que podría tener un efecto inmunomodulador dicen, pero yo dudo que realmente tenga un efecto relevante como inmunomodulador y que se está utilizando indiscriminadamente. Éticamente hablando, el médico debería de pedir el consentimiento de la persona, porque puede ser perjudicial y que la persona sepa”, apuntó.

También se han usado algunos antirretrovirales, como: kaletra, lopinavir, ritonavir, aunque tampoco hay evidencias científicas que sustenten su uso.

Igualmente se han propuesto el uso de dapsona, un medicamento para tratar la lepra e infecciones de la piel.

Por otro lado, el talidomida, usado para tratar afecciones de la piel y cáncer, así como el antiviral oseltamivir usado contra la influenza y los anticuerpos monoclonales (tocilizumab, sarilumab, baricitinib y ruxolitinib), tampoco han tenido efectos favorables contra el COVID-19.

Finalmente, el experto dijo que el factor de transferencia que se produce en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), tampoco ha funcionado como tratamiento contra este padecimiento.

Suscríbete al Boletín

PAÍSES QUE NOS ESTÁN VIENDO