Ciencia y tecnología

¿Cómo elegir un invernadero?

En la elección de un invernadero se deben tomar en cuenta diferentes parámetros y ciertos factores ambientales, de inversión y de comercialización de la cosecha que vamos a vender.

Uno de los aspectos esenciales es definir el tipo de producto que se va a cultivar, qué producción deseamos y cuáles son las calidades y volumen requeridos en el mercado al que pretendemos llegar. Aquí debemos tomar en cuenta aspectos como calidad, cantidad, forma y tiempo de entrega que serán exigidos por nuestros clientes.

Otro factor importante es realizar un estudio de la zona donde vamos a instalar nuestro invernadero, que comprende análisis de la tierra (condiciones físicas y composición química), información climática detallada incluyendo temperaturas máximas, mínimas y promedio (diarias y nocturnas), humedad relativa a las 10 de la mañana y a las cinco de la tarde, velocidad y dirección del viento, niveles de radiación (horas y cantidades), lluvias (cantidad anual y máximo mm/h), nevadas (cantidad y peso), granizo y otros fenómenos naturales.

Asimismo, hay que hacer una definición de la zona, lo que implica: examen topográfico y planeamiento apropiado incluyendo desagüe, declive de la tierra y dirección de la plantación de acuerdo con los ángulos de radiación.

Relevante es la elección del modelo de invernadero y sus accesorios apropiados, según las demandas individuales, más un local de empaquetamiento, servicios centrales, rutas de acceso y sistemas de control computarizados.

También hay que hacer una evaluación económica, donde se consideren ventajas y fuentes de financiamiento.

Elegir la estructura correcta

A continuación presentamos una guía para elegir la estructura correcta para instalar un invernadero:

• Debe ser funcional y fácil de operar.

• Permitir el cultivo de varias plantaciones.

• Ser lo suficientemente fuerte como para soportar condiciones climáticas extremas (vientos, nieve, granizo).

• Ser lo suficientemente fuerte como para aguantar el peso de las plantas y de los sistemas internos.

• Tener máximo de sombra.

• Poseer una máxima durabilidad.

• Contar con una cobertura fácil de cambiar y de fácil mantenimiento.

Tipo de estructuras

Existe una amplia gama de estructuras para todo tipo de necesidades agrícolas: hortalizas, frutas, flores, casas de empaquetamiento, gallineros, piscinas, entre otros.

Hay estructuras modulares adaptables a todo tipo de coberturas, rígidas o flexibles y con una amplia variedad, adaptables a toda clase de condiciones climáticas, con la opción de alteraciones requeridas para adaptarse a climas especiales o a solicitudes individuales.

Una gran ventaja de las estructuras modulares es que pueden ser fácilmente desarmadas y movilizadas de un lugar a otro.

Ciertos modelos prefabricados están adaptados para la instalación inmediata o futura de sistemas y equipos de tecnología moderna, sin la necesidad de cambios estructurales.

Las estructuras cuentan con perfiles abiertos de acero, lo cual permite eliminar la necesidad del uso de tubos. Se recomienda el acero galvanizado en calor, de hasta 80 micrones de espesor, lo que asegura un producto de calidad superior.

Entre las especificidades podemos mencionar que la altura del canalón varía entre 2.2 a cinco metros; la distancia entre gabletes varía entre 6.4 a 12.8 metros.

Algunas estructuras son muy resistentes y tienen la capacidad de soportar ráfagas de viento de entre 120 a 180 kilómetros por hora. Otras están diseñadas para tolerar cargas de nieve de hasta 50 kilogramos por metro cuadrado. Hay estructuras diseñadas para soportar cargas de entutorado de hasta 25 kilogramos por metro cuadrado.

Los proveedores cuentan con perfiles de cierre de aluminio exclusivos, conexión segura y firme, sin la necesidad del uso de madera, conforme a las exigencias del cliente.

Fuente: Netafim México.

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