Ciencia y tecnología

Comer carne cocida insuficientemente puede enfermarte de toxoplasmosis

Este padecimiento también se puede adquirir mediante agua o verduras crudas contaminadas con quistes de este parásito

Teorema ambiental/Redacción

Ciudad de México, 30 de diciembre de 2019.— Comer carne cruda o mal cocida es una fuente de contagio para la toxoplasmosis, una enfermedad parasitaria que afecta a casi el 30 por ciento de la población mundial y que frecuentemente es transmitida a través de las heces infectadas de gatos.

Esta enfermedad es ocasionada por el parásito Toxoplasma gondii, el cual puede causar desde infecciones leves y asintomáticas, hasta mortales que afectan al feto humano.

Los humanos, al igual que otros mamíferos, también se infectan al consumir agua o verduras crudas contaminadas con quistes de este parásito, por no desinfectarlos adecuadamente, por manipular hortalizas o areneros contaminados, o por comer mariscos crudos infectados.

Los gatos son los principales hospederos del parásito. Sin embargo, estos no siempre eliminan quistes y no siempre están infectados.

En su intestino se realiza la reproducción sexual del parásito, y durante esta fase (de siete a 21 días) eliminan millones de quistes con la materia fecal. Pero para contagiar a otro ser necesitan permanecer en el ambiente de un día a tres semanas para completar su maduración.

En la mayoría de los casos este padecimiento es asintomático, pero se pueden presentar síntomas como: dolor generalizado, dolor de cabeza, fiebre, fatiga y ganglios linfáticos inflamados.

En personas con sistema inmunitario debilitado además se presenta confusión, falta de coordinación, convulsiones y visión borrosa. Tanto en ellos como para el producto del primer trimestre del embarazo de mujeres puede llegar a ser mortal.

La infección en el primer trimestre del embarazo es menos frecuente que en el tercer mes pero debido a que el embrión está en organogénesis el daño es mayor. Esto podría generar abortos, muerte fetal intrauterina o malformaciones congénitas graves, como hidrocefalia, coriorretinitis, convulsiones y calcificación cerebral.

Además, no es curable. Los fármacos que se utilizan no erradican al parásito porque forman quistes tisulares que pueden permanecer durante años, incluso en personas inmunodeprimidas la infección puede reactivarse.

Por ello, se recomienda no consumir carne cruda o mal cocida de bovinos, porcinos, caprinos, ovinos, equinos y aves; contar con servicios públicos que provean agua potable y desinfectar las verduras que se consumen crudas.

Así como no ingerir mariscos crudos y llevar un control médico veterinario de las mascotas. Los hábitos de higiene deben replicarse en granjas para evitar la infección de mamíferos y aves destinados a consumo humano.

Suscríbete al Boletín

PAÍSES QUE NOS ESTÁN VIENDO