Se estima que las principales marcas ilegales que llegan al país no cumplen ninguna regulación sanitaria
¿Cuántas veces has encontrado por la calle un puesto de cigarros de dudosa procedencia? Pues no se trata de un simple acto ilícito. Por ello, la organización no gubernamental Corporate Accountability International (CAI) instó a los países de América Latina a poner fin al comercio ilícito de tabaco, porque “el bajo costo de la venta de cigarrillos ilegales en el mercado aumenta el consumo y, por ende, la pandemia del tabaquismo”.
Según el CAI, es de vital importancia frenar la entrada de cigarrillos de contrabando o de marcas falsificadas a los países de la región. Se estima que alrededor de unos diez cigarrillos de cada cien que se venden son ilegales.
Incluso, en México, el presidente del Consejo Nacional de la Industria Tabacalera (Conainta), Gastón Zambrano Margain, aseguró que en los cigarros ilegales que entran a México se han encontrado sustancias como madera, pasto, uñas humanas y hasta heces fecales.
En el caso de nuestro país, se estima que las principales marcas ilegales llegan desde China, India, Vietnam, Estados Unidos y Paraguay, mismas que entran sin pagar impuestos y sin cumplir ninguna regulación sanitaria. El principal centro de distribución es Tepito, en la Ciudad de México, desde donde se distribuyen al resto del país.
