Ciencia y tecnología

Cibertrilladoras via satelite

La aplicación tecnológica en la agricultura ofrece a los productores una serie de ventajas que resultan fascinantes. Una trilladora con los más modernos implementos, empleando señales satelitales, es capaz de medir la superficie y el volumen cosechado por metro cuadro, brindar datos como humedad del grano, características de fertilidad de la tierra, altitud y prácticamente toda la información que se requiera del área cultivada.

Una de las trilladoras más modernas existentes en el mercado mexicano cuenta con un monitor que precisa el rendimiento por hectárea, es prácticamente una computadora, donde el operador sólo tiene que apretar botones y programar su tarea de acuerdo al cultivo. Por ejemplo, si lo que se va a cultivar es maíz, se realiza la programación para que los sensores manden información al monitor sobre el cultivo, además de que puede determinar el grado de humedad del grano.

Otros sensores se encargan de determinar qué tanto grano se cosecha, con el propósito de registrar el tonelaje. Esto se realiza bajo el principio de un sistema denominado AFS (Avancent Farmer Sistem) el cual, a su vez, está relacionado con el GPS (Global Position and System), una señal de satélite que manejan muchas empresas de transportes para ubicación de sus unidades. Con una antena adicional y otros sensores conectados con la computadora es posible introducir una tarjeta para programar el equipo y empezar a trillar. Una vez y terminada esta labor se saca la información en un disquete y en un monitor se puede ver el mapa la superficie que se trilló.

La información que se puede obtener de este mapeo es múltiple y puede ser de altitud, se puede saber cuánto se está cosechando por metro cuadrado, toda la información que el agricultor requiera de su terreno, explica Arturo González Ontiveros, gerente regional de Eventos para Case Internacional en el Pacífico.

El monitor incluido en este tipo de trilladoras viene casi listo para comprar la antena y la señal se recibe mediante una suscripción semestral, que cuesta poco en relación con el beneficio obtenido. Este sistema ya se emplea en otros implementos como tractores chicos y medianos o de gran caballaje.

Remarca: “toda la información ayuda. Si tenemos una parcela de diez hectáreas para trillar, se consulta el mapa, donde por colores se indica aquí se trillaron ocho toneladas por hectárea, en el color azul, nueve y en otro color, 12. Entonces, la pregunta es por qué, si el cultivo se ve igual; lo que pasa es que no conocemos bien nuestra tierra”.

Con esta tecnología, continúa, podemos conocer que los diferenciales son por altitud, ya que muchas veces hay estancamientos de agua, y este sistema programa los niveles, muestra fallas en densidad de siembra para programar próximos cultivos o identifica la falta de fertilizantes. También da pautas para hacer análisis de suelos y conocer la fertilidad del suelo en cada área cultivada. Realmente es una inversión que ayuda para incrementar la productividad con menos costo, porque muchas veces se desperdicia demasiado fertilizante.

Este tipo de trilladoras sirven para cosechar la mayoría de los granos que se cultivan en México, como son maíz, cebada, sorgo, trigo, garbanzo, frijol, arroz y cultivos especiales como ajonjolí, canola, cilantro y alfalfa. Son máquinas muy sofisticadas con tecnología de punta porque cada modelo nuevo tiene características diferentes que ayudan a incrementar la productividad bajando costos de rendimiento.

Como líder en el mercado de trilladoras, dicha empresa ofrece modelos diversos con 200 hp y 280 hp, con una capacidad de cinco y de 5.5 a seis toneladas. Las máquinas con menos caballaje y con un cabezal de seis surcos, se recomienda para la región del Bajío porque hay muchas parcelas pequeñas, de cinco o seis hectáreas. En estados como Sinaloa se usa equipo con mayor potencia, con cabezales de ocho surcos, porque sus extensiones son más grandes, hay agricultores que siembran hasta mil o 1,500 hectáreas y les conviene porque trillan más rápido.

Financiamiento

En relación con el costo de la maquinaria, Arturo González comenta que hay agricultores con grandes extensiones de terreno que compran maquinaria para utilizarla ellos solos; también hay productores medianos que no pueden adquirirla porque su superficie es pequeña, pero hay maquileros que se encargan de realizar ese trabajo para quienes no pueden obtener una máquina como ésta. Los maquileros son los que más se interesan por comprar el sistema GPS porque es un valor agregado que le están dando al servicio de su cliente.

Algunas empresas ofrecen planes de financiamiento, ya que los bancos se están abriendo a financiamientos hipotecarios, pero en la cuestión agrícola los trámites son más lentos. Incluso, se adecuan esquemas de empresas crediticias en Estados Unidos para adaptarlos a las necesidades de cada una de las regiones mexicanas, ya que hay diferentes tipos de cultivos y de agricultores y de necesidades, manifiesta González Ontiveros.

La demanda de trilladoras en el país, indica, suma alrededor de un centenar, debido a la etapa crítica de adquisición, pero la agricultura es cíclica, hay altibajos, todo depende de la oportunidad de comercialización de granos, de cómo anden los precios, de cómo gane el productor para poder invertir.

Arturo González considera que los productores deben ser más tecnificados y productivos, orientarse más, leyendo, preguntando; porque hay mucha gente que le da pena preguntar cómo puede incrementar su productividad; ver cuáles son las nuevas variedades de granos y hortalizas; conocer qué nuevas técnicas se están utilizando y centrarnos en que tenemos que ir dejando atrás los sistemas obsoletos.

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