Ciencia y tecnología

China aprueba fármaco extraído de algas marinas para combatir alzhéimer

Ya habían observado una incidencia muy baja de la enfermedad entre las personas que las consumen regularmente

Teorema Ambiental/Redacción

Ciudad de México, 24 de diciembre de 2019.— Pese a que aún no hay una cura formal para aliviar o por lo menos retrasar los síntomas del alzhéimer, un grupo de investigadores chinos, adscritos a la Administración Nacional de Productos Médicos de China, aprobó la comercialización de un medicamento hecho a base de algas marinas que promete cambiar el pronóstico de millones de pacientes en el mundo.

El GV-971, es el primer medicamento para el tratamiento de esta enfermedad que sale a la venta en 17 años y su lanzamiento al mercado, programado para esta temporada, ha generado muchas expectativas.

Sin embargo, la aprobación de las autoridades chinas es condicional, pues podría retirarse si surge algún problema de seguridad, aun cuando los ensayos hechos en animales y humanos han comprobado que en pacientes con alzhéimer en sus primeras etapas, el compuesto logra que problemas de memoria espacial desaparezcan.

“Una de las primeras zonas cerebrales afectadas es el hipocampo, que es un área que se relaciona con la memoria espacial, cuando todavía el cerebro no está atacado completamente. Este nuevo tratamiento aparentemente podría retrasar los síntomas cognitivos, pero no creo que logre revertir ni sanar la enfermedad”, indicó la doctora Claudia Durán, del Instituto de Neurociencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.

Las farmacéuticas han gastado miles de millones de dólares durante décadas en busca de una cura contra este mal, principal causante de demencia senil. Hasta ahora, la mayoría de los estudios terapéuticos se han enfocado en el manejo de la proteína beta amiloide, que forma grupos de placa en el cerebro y que actualmente se atribuye como la causa principal de la enfermedad.

Recientemente, los investigadores también han identificado la microbiota intestinal. Así, los científicos de la Universidad de Shanghái y de la Academia de Ciencias de China, decidieron investigar un compuesto oligosacárido extraído de un tipo especial de algas marinas. Ya habían observado una incidencia muy baja de la enfermedad entre las personas que las consumen regularmente.

En un artículo en la revista Cell Research, la doctora Geng Meiyu, líder de la investigación, señaló que este compuesto, denominado oligomanato, suprime ciertas bacterias contenidas en el intestino, que pueden causar degeneración neuronal e inflamación del cerebro, lo que podría provocar el alzhéimer.

Este mecanismo fue confirmado en estudios en ratones y ensayos clínicos en mil 199 pacientes, llevado a cabo por Green Valley, compañía farmacéutica con sede en Shanghái, que lanzará el nuevo medicamento al mercado: la droga puede mejorar la función cognitiva en los pacientes en tan solo cuatro semanas.

Sin embargo aún es prematuro afirmar si se trata de un tratamiento útil. “Primero hay que corroborar que esos estudios sean verdaderos y luego hacer trabajos clínicos en población occidental. Mientras no sea aprobado por entidades europeas o la FDA de Estados Unidos, no es mucho lo que se puede avanzar”, explicó Mario Grosman, geriatra de la Clínica Santa María.

La compañía Green Valley ya anunció que está buscando la aprobación para comercializarlo en el extranjero, con planes de iniciar ensayos clínicos en EEUU y Europa a principios de 2020.

El alzhéimer es un desorden neurológico progresivo e irreversible, que se caracteriza por la pérdida de memoria y afecta a unos 50 millones de personas en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se estima que la cifra aumente con el envejecimiento de la población.

Sus causas son multifactoriales y no se conocen por completo, lo que ha retrasado el avance tanto de métodos de diagnóstico como de herramientas de tratamiento y prevención.

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