Ciencia y tecnología

Busca UNAM estrategias para enfrentar sequías de hasta 30 años

sequiaSanear los acuíferos, contar con un sistema indicador de lluvias que considere información climática, realizar pronósticos adecuados y crear plantas de tratamiento y reciclaje, son algunas medidas que podrían ponerse en práctica para enfrentar las sequías en el país, indicó el investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM, Víctor Magaña Rueda.

Esta entidad universitaria realiza estudios especializados sobre el funcionamiento del clima en México y sus variaciones y tendencias al cambio, para luego proponer estrategias que protejan a la población del estiaje.

Las investigaciones revelaron que regionalmente los periodos extremadamente secos pueden durar de 20 a 30 años y determinaron que en las décadas de 1970 y 1980 se registraron abundantes lluvias, mientras que de 1990 a 2000 hubo una notoria falta de líquido al norte del país.

Según cálculos de la dependencia, gran parte de este fenómeno obedece a la combinación de las condiciones climatológicas del Atlántico y el Pacífico.

“Si el océano del oeste registra temperaturas más altas de lo normal, se producen sequías en la zona mexicana que hace frontera con Estados Unidos. Curiosamente, cuando la temporada de estiaje se da al norte del país, en el sur llueve abundantemente. Ambos casos son dañinos porque las condiciones extremas causan impactos negativos.”

Existen cuatro tipos de sequía, explicó el académico: la meteorológica, ligada a las épocas en las que las precipitaciones pluviales no son suficientes; la hidrológica, vinculada a la escasez hídrica en lugares que necesitan el líquido; la agrícola, que se presenta cuando falta humedad para el cultivo, y la social, definida como carencia de agua para consumo humano, considerada la más grave de todas.

A diferencia del resto de los estiajes, agregó, el meteorológico es consecuencia de variaciones climáticas que el hombre no puede predecir ni controlar. Algunos factores determinantes son las condiciones oceánicas, aunque El Niño es otro elemento que por lo regular provoca que en territorio nacional falte agua.

Inevitablemente, el cambio climático ocasionará que se incrementen las temperaturas y la mayoría de las proyecciones realizadas parecen indicar que en México disminuirán las precipitaciones.

Este fenómeno se presentará porque al aumentar la temperatura atmosférica, el agua se evaporará en mayor cantidad y la superficie terrestre se resecará, afectando severamente a la agricultura. Ante esta situación, la UNAM diseñó un programa denominado Pumagua, que busca echar a andar un esquema integral de manejo, uso y reuso hídrico en la Universidad Nacional, e incluye iniciativas para detectar fugas y proponer planes que fomenten la conciencia sobre el problema.

Fuente: UNAM

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