Ciencia y tecnología

Ayuda tejido bovino a tratar problemas óseos humanos

La cerámica obtenida del tejido óseo bovino tiene una porosidad muy similar a la del hueso humano por lo que xenoinjertos bovinos ayudan a tratar con éxito problemas óseos humano

Con implantes de xenoinjertos bovinos procesados con tecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), especialistas del Hospital Regional Ignacio Zaragoza del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) han logrado la regeneración de tejido óseo en 31 pacientes que presentaban daños por fracturas, tumores benignos y problemas congénitos. Los enfermos son atendidos en el servicio de traumatología del nosocomio y su evolución ha sido exitosa hasta el momento, informó el ISSSTE por medio de un comunicado.

El doctor José Fernando Cueva del Castillo Mendoza, responsable de la fase de aplicación en humanos de este producto, informó que la colocación de estos xenoimplantes (implante de tejido de una especie de animal diferente a la del receptor) ha reducido a 50 por ciento el tiempo de regeneración del tejido óseo en los pacientes.

Todo paciente de ortopedia y traumatología que amerita cirugía por problemas óseos podría ser susceptible de ser tratado con este procedimiento, lo cual significa que 70 por ciento de los atendidos en esta especialidad tienen posibilidad de beneficiarse, porcentaje que en los derechohabientes atendidos en el módulo de columna se eleva a 90 por ciento.

Su principal aplicación es en pérdidas óseas ocasionadas por accidentes de gran impacto, por tumores benignos que destruyen el hueso y por infecciones óseas que lesionan tejido. También se usa en las artrodesis, procedimiento terapéutico para pegar dos superficies óseas con el fin de dar estabilidad a una estructura, y en el tratamiento de la columna.

Relató que en busca de nuevos materiales para el tratamiento de problemas relacionados con la rotura o pérdida importante de hueso, se analizó la viabilidad de tejidos de diferentes especies y, luego de realizar estudios fisioquímicos y de haber seguido todos los pasos de las ciencias básicas para purificarlos, se concluyó que el hueso bovino era el más adecuado.

La cerámica obtenida del tejido óseo bovino tiene una porosidad muy similar a la del hueso humano y, dados los buenos resultados logrados en las cirugías, se está demostrando un algo grado de biocompatibilidad.

El del bovino, una vez aplicado, ha demostrado su capacidad de ser metabolizado por el hueso humano hasta desaparecer y ser reemplazado por hueso nuevo. “Este implante es como una estructura arquitectónica, a través de la cual va a crecer tejido sano, hueso nuevo, pero nosotros le damos el camino que tiene que seguir para abreviar los tiempos de cicatrizar”, explicó el especialista.

“Con este trabajo, apoyamos el desarrollo de tecnología nacional ya que, tradicionalmente, en México utilizamos xenoimplantes de patente canadiense y francesa, cuyo costo es hasta tres veces mayor que la producción del xenoimplante bovino diseñado por la UNAM, costo que una vez comercializado podría reducirse más”, añadió.

Fuente: La Jornada

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