Ciencia y tecnología

Aspectos para alcanzar rentabilidad en invernaderos

Contrario a lo que se cree, instalar un invernadero de alta tecnología no garantiza por sí solo el éxito de un negocio agrícola. Contar con personal capacitado o mantener una alta calidad del producto con parámetros uniformes, una buena supervisión y seguimiento, puede ser la clave.

Un aspecto relevante es planear el negocio con personal que posea suficientes conocimientos sobre la zona donde se va a establecer el invernadero y que tenga amplia experiencia.

Si uno cuenta con estos elementos, aunque la tecnología del invernadero sea elemental, sin automatización del sistema, control del clima, ventanas laterales o cenitales, la rentabilidad del negocio puede estar asegurada.

Hay que aclarar que tener un invernadero austero no significa que los materiales usados como los plásticos de los techos, sustratos, sistemas de fertirrigación, tipo de manguera utilizada, tengan que ser de mala calidad.

Artemio Valadez López, especialista en el tema, considera que el tipo de invernadero deben definirlo una o varias personas involucradas en el negocio, quienes recurrirán a la asesoría de especialistas que tenga experiencia acreditada por muchos años.
La tecnología y el tipo de invernadero, subraya, dependerán mucho del capital, lugar, producto, precio promedio pactado con el comprador y, sobre todo, la organización del personal en todos los niveles.

Uno de los factores básicos que deberá considerarse antes de instalar invernaderos será su ubicación geográfica, así como tener en cuenta si hay caminos, accesos a tráfico pesado y proveedores, zonas urbanas, teléfono, fax, Internet, una repetidora de radio, vecinos, red hidráulica o red de energía eléctrica.

El experto recomienda hacer un estudio financiero de cómo arrancar el negocio, para poder definir los flujos de efectivo durante los años programados, modo de financiamiento, apalancamiento, entre otros aspectos. Además de qué tipo de mercado y cliente se va a satisfacer.

Hay que definir bien las metas y objetivos del negocio a todo el personal involucrado, ya que es un punto de partida recomendado, para poder entender adónde queremos llegar.

El capital, la mercadotecnia de su producto y el tipo de cliente, deben definirse desde el principio, para poder diseñar estrategias y posibles soluciones para cualquier imprevisto económico y ante las políticas de gobiernos local y federal, competencias nacional y extranjera.

En el aspecto económico debemos determinar quiénes van a ser los socios o inversionistas, cómo van a participar en el negocio, cómo van a estar preparados para esperar las primeras producciones, de qué tamaño tiene que ser la operación, para que sea rentable considerado volumen de producto e inventarios de material de empaque y equipo.

Es importante tener liquidez todo el tiempo para soportar las caídas no controlables, como bloqueo de mercado, huelgas, plagas y otras contingencias que se presenten.

Organización del personal

El éxito o fracaso de cualquier operación agrícola, dependen de seleccionar adecuadamente al personal en todos sus niveles, respetando sus costumbres, sexo, y ofreciéndoles un salario digno, transporte adecuado, instalaciones de baños y comedores de primera clase. Éste es un buen comienzo para planear a mediano y largo plazos con el personal, reduciendo costos por errores, debido a que se tendrá bajo porcentaje de rotación mensual y, por tanto, la capacitación se hace más ágil y efectiva.

Es recomendable contar con una estructura sencilla del personal, con un organigrama bien definido y tener confianza en los trabajadores para conocer sus inquietudes y sugerencias en cuanto a trabajos asignados, de tal manera, que se pueda monitorear rápido el ambiente laboral y evitar sorpresas dentro de la operación.

Están de moda los asesores de todo y para cualquier tipo de problemas, por lo que hay que saber elegir y pedir referencias de éstos, pues en ocasiones se trata de charlatanes, ya sea nacionales o extranjeros, que lo único que generan es desgaste económico y moral del equipo gerencial que se tenga.

Entrenar, capacitar constantemente al equipo de trabajo, tener sueldos y prestaciones atractivas, hace la diferencia para tener compromiso con sus responsabilidades y con la empresa.

En casi todas las operaciones agrícolas intervienen las manos de nuestro personal –sembrar, plantar, fumigar, podar, deshojar, cosechar, empacar–, en todo este proceso artesanal está el cuidado y la calidad que se requiere para manejar las plantas y sus frutos, por lo que los supervisores, jefes de grupo y gerentes, deben conocer las políticas y demandas que necesitan los clientes que compran el producto, para esforzarse cada día más, y mantener una mejora continua todo el tiempo con sus ideas y sugerencias.

Costos y gastos

Desde la inversión inicial deben incluirse los gastos programados que se harán en el ciclo del cultivo o durante el año. Se puede programar el flujo de efectivo que se necesita para poder enfrentar los desembolsos que se requieran y tener un capital de trabajo sin barreras.

Conocer el costo por kilo del producto terminado o empacado, nos ayuda a determinar los márgenes de utilidad y de maniobra financiera en el mercado y poder tomar decisiones para bajar o controlar nuestros costos de producción.

El tipo de invernadero que se tenga, el equipo y maquinaria, los costos de mantenimiento, la tecnología que se esté utilizando para producir cualquier hortaliza, afecta los márgenes de utilidad de la operación. Es importante conocer y manejar con mucho detalle los costos variables que más afectan al costo por caja del producto.
Los siguientes rubros, por ejemplo, componen casi el 90 por ciento del costo por caja de cualquier hortaliza que se maneje y empaque en forma fresca (sin ningún proceso):
a) Sueldos y salarios (mano de obra)
b) Químicos (plaguicidas)
c) Fertilizantes
d) Preparación del suelo o sustrato (planta, plástico, rafia, desinfectantes)
e) Transporte del personal
f) Material de empaque

El mercado

Es muy importante conocer bien el mercado que se va a surtir, el cliente que se va a manejar, la retroalimentación de la información del producto que se está ofreciendo, los tipos de empaque, cajas, pesos o presentación. Es importante definirlo y controlarlo de una manera eficiente y profesional. Ya que una vez que se tiene el producto con una marca registrada, la vulnerabilidad del mismo aumenta y la atención a los detalles debe ser cada vez más minuciosa.

La calidad del producto tiene que ser constante todo el tiempo, y ésta puede ser la presentación del empaque, pesos, medidas, color, azúcares, forma, tamaños, lo que tendrá impacto en los clientes.

El tener un sistema aprobado de manejo seguro de alimentos (Food Safety), conocido como HACCP (Hazard Analysis Crontrol Critical Points), es cada vez más exigido por la seguridad alimentaria, más que por un requisito de exportación o producción nacional. Si no se considera un sistema de este tipo con sus generalidades de presupuesto y constancia, es difícil mantenerse actualmente en el mercado exigente de hoy en día.

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