En países como Japón, Estados Unidos y en algunos de la Unión Europea el procedimiento de vitrificación de residuos peligrosos ya se realiza
CIUDAD DE MÉXICO.— El almacenamiento de los residuos orgánicos e inorgánicos que generan la industria y las redes hospitalarias no sólo tiene un alto costo económico, sino también ambiental, pues se requieren amplias extensiones de terreno para confinar esas sustancias de forma permanente.
De acuerdo con el doctor Sergio Ballesteros Elizondo, investigador del Centro de Innovación Aplicada en Tecnologías Competitivas (Ciatec), los residuos podrían ser convertidos en vidrio para ser utilizado en la industria de la construcción, con lo cual no sólo se reduciría el costo económico y ambiental que implica almacenar esos desechos, sino que podría dárseles uso productivo.
El proceso de vitrificación consiste en utilizar como materia prima para producir vidrio las cenizas que se obtienen de la quema de los residuos. Dicho material se mezcla con sílice y óxidos de sodio y calcio durante un proceso de fundición a temperatura de entre mil 300 y mil 700 grados. El resultado es un vidrio de color oscuro, muy parecido a la obsidiana.
“Con el material se pueden moldear ladrillos, tejas e inclusive materiales con valor agregado: como fibra de vidrio y tubería anticorrosiva”, afirmó el investigador mexicano.
El procedimiento de vitrificación de residuos peligrosos ya se realiza en países como Japón, Estados Unidos y en algunos de la Unión Europea, en donde se utilizan hornos de arco eléctrico o de plasma, alimentados por electricidad.
En el caso de México, debido a los altos costos de la energía eléctrica y al precio de las tecnologías usadas en otras naciones, la vitrificación podría llevarse a cabo utilizando un reactor desarrollado en el Ciatec que funciona utilizando como combustible carbón coque, del que nuestro país tiene reservas para los próximos cien años.
El especialista adscrito al Área de Equipos de proceso del Ciatec, institución que forma parte del Sistema de Centros Conacyt, explicó que en el reactor diseñado por él y sus colaboradores se pueden procesar tanto residuos orgánicos como inorgánicos, con la excepción de aceites de transformadores eléctricos o hidrocarburos, ya que existen alternativas más económicas o seguras para confinarlos o reutilizarlos.
Algunos ejemplos de residuos inorgánicos con los que puede producirse vidrio son los lodos de plantas de tratamientos de agua, trapos impregnados de pinturas, aceites hidráulicos de uso común y lodos de procesos industriales para el lavado de láminas. Entre los desechos orgánicos destacan los residuos biológico infecciosos de los hospitales o bien las cenizas de los incineradores instalados en los nosocomios.
Al hablar de costos, el investigador mencionó que la tecnología mexicana es más barata que la utilizada en otros países. De acuerdo con datos del especialista, si se utilizara un horno de arco eléctrico o de plasma para fundir una tonelada de sílice, se necesitarían 550 kilovatios hora (Kw/h), lo que representaría una gasto de 288 pesos; mientras que con el horno desarrollado por el Ciatec sólo se requieren cien kilogramos de carbón coque, por lo que la fusión del material tendría un costo de 230 pesos.
En comparación con los servicios de almacenamiento de residuos peligrosos, el doctor Sergio Ballesteros mencionó que las empresas que se dedican a esta tarea cobran entre uno y medio y dos pesos por kilogramo de material confinado; mientras que con la tecnología propuesta por los investigadores mexicanos sólo se precisan 50 centavos por vitrificar cada kilo de residuos.
Además de la reducción de costos que para las empresas tendría la vitrificación de residuos, ese proceso tiene un impacto positivo en el medio ambiente.
Sobre los riesgos para la salud que podría tener el uso de vidrio obtenido del procesamiento de residuos peligrosos, aseguró que no existe ninguno.
En cuanto a la construcción de una planta de vitrificación con tecnología del Ciatec, el investigador mencionó que se requiere de una inversión de 11 millones de pesos. Y para que tal gasto sea rentable, la empresa o parque industrial debe generar entre 500 y mil toneladas de desechos mensuales.
Para el desarrollo de reactor de vitrificación diseñado en el Ciatec se invirtieron en cuatro años alrededor de un millón de pesos, recursos procedentes del programa de Fondos Mixtos que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) sostiene con los gobiernos estatales de Coahuila, Estado de México y Querétaro.
Fuente: El Informador
