Debido a que los habitantes de la región norte de la Zona Metropolitana del Valle de México se desplazan hacia la parte central en unidades de baja capacidad, ocasionando un elevado número de horas-hombre perdidas y la emisión de grandes cantidades de contaminantes a la atmósfera, el Programa para Mejorar la Calidad del Aire de la ZMVM considera el objetivo de maximizar el uso de la infraestructura y derechos de vía existentes en la red ferroviaria de la capital del país.
Según el programa, es el mejor momento para aprovechar la privatización de las operaciones en los Ferrocarriles Nacionales de México y explotar la infraestructura ferroviaria del Valle de México (estaciones, vías, instalaciones y terrenos), para la instalación de un sistema de transporte masivo metropolitano.
La idea radica en que mediante trenes suburbanos se satisfaga de manera eficiente la demanda de viajes en la zona metropolitana, entre la periferia y el centro de la ciudad de una manera fluida, sin necesidad de cortes o transbordos en los viajes entre el Distrito Federal y los municipios conurbados del Estado de México y con toda la región limítrofe.
La inversión para crear el tren suburbano se calcula en 15 millones de dólares por kilómetro de línea, incluyendo el material rodante y se calcula que la reducción de contaminantes para el año 2020 será de 2,140 toneladas al año de hidrocarburos totales (HC); 7,064 de monóxido de carbono (CO); 5,330 óxidos de nitrógeno (Nox); 72 de bióxido de azufre (SO2) y 265 toneladas al año de partículas (PM10).
