El empaque contiene tres cubrebocas con seis esencias, un gel antibacterial y un folleto donde explica cada una de las propiedades de las esencias
Se trata de un proyecto llamado Esenza, que aprovecha esencias de plantas medicinales como una alternativa para pacientes con tos, alergias y gripe, donde estudiantes del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyT) 14 del IPN, elaboraron cubrebocas naturistas que contienen estos aromas.
Los estudiantes emplearon el eucalipto porque sus propiedades despejan las vías respiratorias, el tomillo ayuda al dolor de garganta, tos y descongestiona y controla la fiebre. Dichos ingredientes están directamente en contacto con la nariz y la boca para que el usuario respire sus propiedades y la acción sea más rápida.
De acuerdo con los creadores, un cubrebocas convencional no puede utilizarse más de dos horas debido a las bacterias y virus que acumula, cuando transcurre ese tiempo el usuario lo tira, en cambio, el prototipo politécnico tiene una duración de 24 horas y es reutilizable, ya que se lava para volverse a usar las veces que se requiera.
Aguilar Calderón explicó que el producto no sustituye los tratamientos médicos, su propósito es ofrecer una alternativa natural que puede usarse de manera preventiva o reusarse ya en la etapa de la enfermedad.
Su creación es innovadora en el mercado, ya que por el momento no hay ningún producto igual que contribuya a la salud del paciente y al cuidado del medio ambiente. Cuenta con una línea especial para niños que tiene el mismo efecto, pero los diseños son aptos a su talla y fisonomía.
