Ciencia y tecnología

Abejas con “microchips” ayudan a buscar soluciones

Un tercio de los cultivos dependen de las abejas, pero sus poblaciones están disminuyendo de forma alarmante

Un diminuto dispositivo de rastreo es el último invento para vigilar a las abejas en busca de una explicación a su preocupante desaparición. El chip mide escasos 2.5 mm y registra las trayectorias diarias de estos insectos en su ambiente natural. Lo han diseñado científicos de la agencia nacional australiana de investigación (CSIRO), que se lo han colocado a cinco mil de estos preciados insectos.

La CSIRO (Commonwealth Scientific and Industrial Research Organization), la cual funciona como la Agencia de Ciencias Oficial en Australia, anunció el desarrollo de un “chip minúsculo” que se coloca en la espalda de las abejas para crear un mapa de su comportamiento en cuatro dimensiones (tres dimensiones espaciales a través del tiempo), con lo cual esperan entender mejor las causas que están provocando la dramática disminución de abejas en el mundo.

Algunos analistas han especulado sobre la posibilidad de que las abejas corran peligro de extinción, dado el alto índice de mortalidad actual. Sin embargo, aunque pueda ser alarmista la mención del término “extinción”, es un hecho que la pérdida de las poblaciones de abejas pone en riesgo la producción de alimentos, ya que una tercera parte de los alimentos que consumimos dependen de la polinización realizada por las abejas, según publicó la CSIRO.

Se considera que enfermedades y pesticidas son la principal causa de muerte de las abejas, lo cual se podrá conocer con mayor claridad a partir del experimento.

De acuerdo con la CSIRO, ésta es únicamente la primera etapa del uso de chips miniatura para estudiar insectos. Esperan poder utilizar dispositivos del tamaño de un grano de arena para colocar en mosquitos y moscas de la fruta para medir condiciones ambientales como temperatura y la presencia de gases en la atmósfera.

Aprovechar los avances de la ciencia y la tecnología para detectar con precisión el problema y ante todo eliminar el uso de pesticidas tóxicos, podría ser un acertado camino para ayudar a salvar a nuestras abejas.


Fuente: Commonwealth Scientific and Industrial Research Organization / Join The Planet /

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