Cambio climático

Tardará 100 años reforestar Villa de Fuente

COAHUILA (MÉXICO).— El daño ecológico que dejó el tornado es histórico y el de mayor impacto en Coahuila, ya que sólo en este poblado fueron destruidos al menos 1,200 nogales, alamillos y palos blancos de entre 20 y 35 metros de altura y con 100 y hasta 150 años de edad, por lo que deberá de pasar al menos otro siglo para reforestar la región.

“Pasará un siglo para que vuelva a reverdecer Villa de Fuente”, aseguró el secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales del gobierno de Coahuila, Héctor Franco López, quien consideró que serán necesarias más de tres mil horas-hombre para retirar troncos y ramas de la zona afectada por el tornado del martes pasado.

El poblado, fundado hace 165 años, muestra ahora enormes solares donde había hasta 40 árboles, y en la mayoría de las casas, que están construidas en predios de mil metros en promedio, como mínimo tenían tres árboles de nogal, palo blanco o de otras especies.

En condiciones normales, un nogal tarda al menos 50 años para producir madera.

Cada árbol de esas características proporciona 28,660 metros cúbicos de oxígeno a la atmósfera, cantidad equivalente a lo que consume una persona en 80 años.

“Villa de Fuente era un pulmón del municipio de Piedras Negras, un ejemplo de cariño al medio ambiente porque sus habitantes cuidaban la herencia ecológica de sus antepasados”, dijo Franco López.

El funcionario dijo que las familias perdieron con ello parte de su vida porque muchos de esos árboles los heredaron, sembrados por sus padres o tatarabuelos. Además, la mayoría de las familias, no sólo perdieron sus bienes, también sus respectivos jardines, normalmente cubiertos de rosales, geranios y otros plantas cuidadas durante años.

Los enormes árboles no sólo fueron arrancados, torcidos y arrastrados cientos de metros, sino que cayeron sobre casas y negocios y los derrumbaron, principalmente al suroeste del poblado donde casi desaparecieron todas las viviendas.

Remover árboles de 50 toneladas

Franco López coordina a las cuadrillas integradas por 60 funcionarios y policías para retirar enormes troncos y ramas que obstruyen calles o aplastan viviendas, como el que cayó sobre la casa de Guadalupe Soto Rivera, un nogal de 50 toneladas, plantado a un costado de la entrada.

Luego de varias horas de trabajo, del nogal quedaba ayer sábado la mitad del tronco hasta la raíz con unas 23 toneladas de peso y continuaban aserrándolo con ayuda de una retroescavadora. La maniobra fue iniciada el viernes pasado por una cuadrilla de 15 hombres.

“Era como un remolino”

Guadalupe Soto Rivera dice que el enorme nogal lo plantó la abuela de su esposo hace 157 años y asegura haber visto cómo fue arrancado de raíz como si fuera una pluma.

“Primero llovió, luego cayeron unos granizos enormes con un viento terrible; parecía como un remolino, pero mucho muy fuerte. Oscureció todo, se veía y se sentía muy feo. Nosotros estábamos aquí, adentro con mi hijo Alejandro, y yo me angustié por mis hijas y mis nietos que estaban a media cuadra”, relató la mujer.

Dice que se puso a rezar porque estaba muy angustiada, y que se refugiaron hasta el fondo de la vivienda, mientras contemplaban con temor cómo el viento azotaba el nogal que se encontraba frente a la entrada de su casa. “Primero le dije a mi hijo: ¡Mira cómo se mueve el nogal!”, añadió Soto Rivera, aún con pánico en el rostro.

“Él me aseguró que no me preocupara, pero, de pronto, el aire dio una coleada y arrancó el árbol de cuajo”, agregó la mujer, al tiempo que aseguraba que continuaba la tormenta y “los granizos eran grandotes”.

“Después de la inundación de hace tres años, con éste ya son dos sustos. No me morí porque Dios es muy grande”, añade al referirse a las inundaciones registradas en 2004 tras una fuerte tormenta que sacó de su cauce ríos y arroyos cubriendo de agua gran parte de Villa de Fuente.

Fuente: El Universal

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