Cambio climático

Sector eléctrico, iniciativa de reforma constitucional

El falso dilema entre proteger la soberanía nacional o beneficiar al sector privado no debe ser la prioridad en el debate energético actual

Ciudad de México, 2 de noviembre de 2021.— Este 2021, las y los mexicanos hemos sido testigos como nunca —y, en muchos casos, víctimas directas— de los efectos del cambio climático. Sequías, huracanes cuya intensidad aumenta en cuestión de horas e inundaciones catastróficas. Estas catástrofes afectan a miles de familias, con un mayor impacto para las que menos tienen. México no es un caso aislado: en todo el mundo estamos sufriendo las consecuencias de la falta de acción contundente y prioritaria para disminuir los impactos del calentamiento global.

Este posicionamiento quiere llamar la atención a las y los legisladores y a la sociedad mexicana, a informarse, ser conscientes y responsables con la emergencia climática y rechazar la propuesta de reforma eléctrica por las siguientes razones:

  1. Bloquea

No solo se trata de un simple cambio de leyes secundarias. Al cambiar el texto constitucional, la reforma bloquea cualquier posibilidad de construir una transición energética en México. Debemos transitar, desde un modelo energético basado en la explotación prioritaria de energías fósiles, hacia un sistema eléctrico que priorice la inversión, tanto pública como privada, en fuentes energéticas más limpias. Los retos climáticos y ambientales de nuestra generación demandan las alianzas entre todos los sectores. Un modelo monopólico y centralizado no facilitará el acceso a energías con precios justos y, sobre todo, no posibilitará la generación de energía distribuida de manera local.

  • No nos permite avanzar

La reforma energética que se plantea no nos permite avanzar en las metas climáticas que hemos asumido como país. La generación de electricidad es hoy la actividad que más dióxido de carbono (CO2) emite en México, por encima de las industrias y el transporte. Con la eliminación de los contratos otorgados a partir de subastas de energía más limpia y de los Certificados de Energía Limpia (CEL), el país se queda sin los incentivos para generar energía más limpia y reducir emisiones a la escala que demanda la gravedad de la situación actual.

  • Nos pone en riesgo

Para generar electricidad, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) depende en su gran mayoría de plantas termoeléctricas que funcionan a base de carbón, combustóleo y gas natural, con altas emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y altos niveles permanentes de mala calidad del aire, especialmente en el Valle de México. Esto afectará sensiblemente a la salud pública.

Otorgar a la CFE el control del sector eléctrico mexicano y ponerla a cargo de la ejecución de la transición energética en el país es un riesgo, dados los antecedentes de ineficiencia, obsolescencia, falta de transparencia y rendición de cuentas de dicha institución.

Rechazamos esta reforma eléctrica y cualquier otra medida de política pública que participe o polarice el tema ambiental, el cual debe ser una prioridad transversal, por tratarse de una emergencia nacional y global para la humanidad.

Firmantes:

  • Extinction Rebellion México
  • Demos Más
  • La Cuadra, AC
  • Voto x el Clima
  • Alianza Juvenil por la Sostenibilidad, AC
  • Cambio de Ruta, AC
  • Visionarios 2030
  • The Climate Reality Project Mexico
  • Movimiento Jóvenes por Nuestro Futuro
  • Nuestro Futuro, AC
  • Colectivo con Sentido Verde
  • Youth Building the Future Global
  • Fuerza de la Juventud México
  • Pa Ciencia la de México, AC
  • Legado Sustentable, AC
  • Colectivo Pro Acción Climática
  • Naj Hub, AC
  • Agora, Ciudadanos Cambiando México
  • Xoxoctil Tlalli, Sociedad Estudiantil de Ingeniería Ambiental
  • División Juvenil de Cambio Climático

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