Cambio climático

Se necesita voluntad política para frenar el calentamiento global: Al Gore

El mensaje de lucha contra el cambio climático del ex vicepresidente de Estados Unidos Al Gore llegó ayer a España en el primer Encuentro sobre Energía, Municipio y Calentamiento Global, que hasta hoy se celebra en Madrid. “Tenemos todo en nuestra mano para salvar la Tierra, menos la voluntad política. Pero la voluntad política es un recurso renovable.”

Con este aviso a los gobernantes con guiño incluido a las energías limpias, las mismas que evitarían la emisión a la atmósfera de millones y millones de toneladas de dióxido de carbono, principal gas causante del calentamiento, Al Gore ponía fin a una conferencia en la que arrancó algunos tímidos aplausos, lejos de las imágenes que ilustran su documental, que muestran unos auditorios entregados al nuevo “gurú” del cambio climático.

Siguiendo la misma línea argumental de su documental, llevado a las pantallas con el título de Una verdad incómoda, Gore fue desgranando las verdades del calentamiento global, hoy más cierto si cabe que la semana pasada, después de que los científicos del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) no dejaran ni el más mínimo resquicio a la duda de que el cambio climático ya está aquí y de que el hombre es su causante.

Y a esto se refirió al afirmar que “la polémica artificial sobre si el cambio climático es una teoría en lugar de un hecho ya ha terminado”, al tiempo que acusaba a los grandes grupos de presión estadounidenses de haber financiado estudios “pseudocientíficos” para desacreditar los informes que confirman el calentamiento.

Sin embargo, y a pesar de que mencionó el caso del asesor de la Casa Blanca que modificó sustancialmente un informe sobre el tema, y que tras la polémica ha pasado a trabajar en la petrolera Exxon Mobil, no hizo ni una sola mención a Bush. A lo mejor la postura suavizada de la administración estadounidense tras la presentación del informe del IPCC, o que en Europa nadie olvida que fue el propio Gore quien al día siguiente de firmar el Protocolo de Kyoto aseguró que su país no lo ratificaría hasta que los países en desarrollo no se sumaran al compromiso, le han hecho variar su guión.

De presentarse a sí mismo en el documental como “el próximo presidente de Estados Unidos”, en alusión al recuento algo polémico que acabó dando la victoria a su adversario en las elecciones de 2000, Gore rebajó algo su tono en la intervención de ayer y, aunque reclamó acciones en su país por tener éste “una mayor responsabilidad”, no hubo rastro de las imágenes que en el documental mostraban a Bush fotografiándose con los damnificados en Nueva Orleans tras el paso del huracán Katrina. Según Gore, fue éste el momento en que los estadounidenses cayeron en la cuenta de que la etapa de las consecuencias había comenzado.

“Terremotos” de hielo
Unos efectos que Gore mostró ayer en imágenes antiguas y actuales del Kilimanjaro, la Patagonia, los Alpes, Siberia o el Himalaya, advirtiendo que en esta última cordillera nacen siete grandes ríos que suministran agua potable al 40 por ciento de la población mundial.

Las imágenes de la plataforma de hielo de Groenlandia desgajándose no dejan indiferente a nadie. Gore se refirió a estos “terremotos de hielo” e insistió en que si las masas heladas de la Antártida y Groenlandia se fundieran “esto haría que cambiasen los mapas del mundo”. Unos mapas, por cierto, que muestran a España en las proyecciones casi del mismo tono amarillo desértico que África.

Fuente: ABC

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