Cambio climático

Sapos gigantes y venenosos invaden la Florida

Por lo general, los sapos de caña habitan en los lagos y canales artificiales que hay al sur de Florida, pero esta temporada de lluvia han salido en busca de un mejor refugio

Teorema Ambiental/Redacción

Tallahassee, Florida, 10 de junio de 2020.— Las fuertes lluvias ocurridas en los últimos días al sur de la Florida, al sureste de EEUU, han provocado la proliferación de sapos de caña, mejor conocidos como sapos gigantes, que han abandonado sus madrigueras e invadido las calles de la ciudad de Tallahassee, poniendo en riesgo a las mascotas por el alto nivel de toxicidad que tienen en la piel.

Por lo general, los sapos de caña (Rhinella marina) habitan en los lagos y canales artificiales que hay al sur de Florida, pero esta temporada de lluvia han salido en busca de un mejor refugio.

Aunque resultan inofensivos para los humanos, si los animales domésticos los muerden o lamen, pueden ingerir una toxina venenosa que les provocará convulsiones, pérdida de coordinación y finalmente un paro cardiaco.

Los ejemplares de Rhinella marina pueden medir hasta 22 centímetros de altura, tienen glándulas triangulares detrás de sus ojos que producen una toxina blanca lechosa, altamente venenosa para los perros.

La situación es preocupante en la región, debido a que el verano en la región será más húmedo de lo habitual incrementando las poblaciones de esta especie.

“Mientras haya agua para reproducirse, los sapos de caña prosperarán. Estarán en la superficie de la tierra. Probablemente la gente los vea ahora de una manera más frecuente que antes”, explicó William Kern, profesor de la Universidad de Florida.

Además, los sapos de caña no tienen depredadores naturales en esa región y comen casi cualquier cosa: insectos, lagartijas, serpientes, huevos de aves, pequeños mamíferos e incluso ranas más pequeñas, con quienes compiten por áreas de alimentación y reproducción.

La Rhinella marina es originaria de América Central y partes de América del Sur, pero fue introducida en el sur de Florida en la década de 1930 porque los agricultores creían que controlarían las plagas y beneficiarían sus cultivos al devorar los escarabajos que comían la caña.

Sin embargo, los anfibios no fueron capaces de saltar para alcanzar a estos insectos que suelen vivir en las partes superiores de las plantas.

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