Cambio climático

¿Qué es el carbon farming?

Árboles en el desierto para mitigar los efectos del cambio climático

carbono-farmingCiudad de México.— Una técnica limpia y eficiente que desde hace más de un año se empieza a utilizar para ayudar en la captura de (CO2). Mientras el planeta empieza a sentir los efectos del aumento del dióxido de carbono en la atmósfera y el consecuente aumento global de la temperatura, los investigadores están buscando un “plan B” para mitigar los efectos del cambio climático.

Un grupo de científicos alemanes de la Universidad de Hohenheim en Stuttgart, han desarrollado un método para que la captura de dióxido de carbono, se haga de forma natural, es decir, a través de los árboles. La técnica, Carbon farming, consiste en plantar árboles en regiones áridas a gran escala para capturar CO2. El estudio se ha publicado en Earth System Dynamics, de la Unión Europea de Geociencias (EGU).

La agricultura de carbono —Carbon farming— actúa sobre el origen del problema: la emisión de dióxido de carbono por la actividad humana, aseguró el autor del estudio, Klaus Becker de la Universidad de Hohenheim en Stuttgart. Se puede capturar CO2 de forma sostenible. “La naturaleza lo hace mejor”, afirmó Volker Wulfmeyer, uno de los autores del estudio.

“Desde nuestro punto de vista, la forestación como una opción de la geoingeniería para el secuestro de carbono es el enfoque más eficaz y ambientalmente seguro para la mitigación del cambio climático. La vegetación ha jugado un papel clave en el ciclo global del carbono durante millones de años, a diferencia de muchas de las técnicas de geoingeniería”, explica Becker.

La planta más idónea: Jatropha curcas

Cuando se trata de capturar dióxido de carbono de la atmósfera, el equipo de trabajo ha mostrado que la planta Jatropha curcas, es la más idónea. Es una planta oleaginosa de cuyas semillas se obtiene aceite a partir del que puede producirse biodiésel.

Es originaria de México y Centroamérica, pero crece en la mayoría de los países tropicales. Se la cultiva en América Central, Sudamérica, Asia, la India y África.

Es muy resistente a la aridez por lo que puede ser plantada en zonas calurosas y secas, en tierras que no son apropiadas para obtener alimentos. Esta planta, lógicamente también necesita agua, por lo que las áreas costeras donde se puede desalinizar el agua de mar es ideal para esta plantación.

“Esta es la primera vez que expertos en irrigación, desalinización, captura de carbono, y en ciencias económicas y atmosféricas, se ponen de acuerdo para analizar la viabilidad de la plantación a gran escala para capturar dióxido de carbono. Hemos utilizado información de plantaciones de Jatropha curcas en Egipto, la India y Madagascar”, comentó Wulfmeyer.

Técnica limpia y eficiente

El estudio muestra que una hectárea de jatropha puede capturar hasta 25 toneladas de dióxido de carbono atmosférico por año, durante un periodo de 20 años. Una plantación que ocupara el 3 por ciento del desierto árabe, podría, por ejemplo, absorber en un par de décadas todo el CO2 producido por los vehículos en Alemania durante el mismo periodo de tiempo.

Con mil millones de hectáreas cultivadas, se podría absorber una porción significativa del CO2 que está en la atmósfera desde la revolución industrial.

Pero hay más ventajas: el precio de esta técnica va de los 42 a los 63 euros por tonelada de CO2, haciéndola competitiva con otras técnicas de captura y almacenamiento. Además, después de unos años, las plantas podrían producir bioenergía que puede servir para “alimentar” los sistemas de irrigación y desalinización.

El equipo está compuesto por K. Becker (Instituto de Producción Animal en los trópicos y subtrópicos, Universidad de Hohenheim, Stuttgart, Alemania), V. Wulfmeyer (Instituto de Física y Meteorología de la Universidad de Hohenheim), T. Berger (Instituto para la Agricultura Ciencias Económicas y Sociales en los trópicos y subtrópicos, Universidad de Hohenheim), J. Gebel (PASO Consulting GmbH, Aachen, Alemania) y W. Münch (EnBW Energie Baden-Württemberg AG, Karlsruhe, Alemania).

La European Geosciences Union (EGU) de la Unión Europea, se dedica a la búsqueda de la excelencia en las ciencias de la tierra, ciencia planetaria y ciencias del espacio en beneficio de la humanidad, en todo el mundo.

Es una asociación de científicos interdisciplinaria, sin fines de lucro, fundada en 2002. La EGU cuenta con una cartera actual de 15 revistas científicas diversas, que utilizan un innovador formato de acceso abierto, y organiza una serie de reuniones temáticas y actividades de educación y divulgación.

Su asamblea general anual es el mayor encuentro de geociencia europea, atrae a más de 10 mil científicos de todo el mundo. Las sesiones de la reunión cubren una amplia gama de temas, incluyendo la vulcanología, la exploración planetaria, la estructura interna de la Tierra y la atmósfera, el clima, la energía y los recursos.

Fuente: EuropeanGeosciencesUnion, imagen

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