Cambio climático

ONU presenta estudio sobre efecto de los compromisos climáticos nacionales

En promedio, los niveles de emisiones que se alcanzarían con los compromisos actuales están por encima 19 y 36 % en 2025 y 2030, respectivamente.

onu-presentaNairobi.— El informe analiza el efecto agregado de las 161 contribuciones tentativas determinadas a nivel nacional (INDCs, por sus siglas en inglés) comunicadas hasta el 4 de abril de 2016 por 188 países (189 “Partes” si se incluye a la Unión Europea como entidad, además de sus países miembros, que presentaron una INDC en conjunto).

Las INDCs son documentos oficiales presentados por los países, que contienen las metas nacionales de reducción de gases de efecto invernadero para hacer frente al cambio climático. También pueden incluir acciones de adaptación, entre otros temas. Los compromisos analizados por el informe son “tentativos”: serán considerados oficiales a partir del momento en el que los países ratifiquen el Acuerdo de París, a no ser que se indique lo contrario.

En el informe se estiman las emisiones de gases de efecto invernadero (emitidos a la atmósfera por las actividades humanas y responsables del cambio climático) que resultarían de la implementación de las INDCs en los años 2025 y 2030. Estos niveles se comparan, entre otros, con los de 1990, 2000 y 2010, así como con la trayectoria de emisiones que se necesita para mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2°C —y preferiblemente, de 1.5°C— con respecto a los niveles preindustriales, según los objetivos planteados en el Acuerdo de París.

Además, se resume la información sobre planes de adaptación a los efectos del cambio climático que 137 Partes incluyeron en su INDC.

Si se implementan las INDCs comunicadas hasta el 4 de abril de 2016, se estima que el nivel de emisiones globales hacia 2025 alcanzará en promedio 55 gigatoneladas (Gt) de dióxido de carbono equivalente (CO2eq), mientras que al 2030 éste llegará a 56.2 Gt CO2eq.

En términos acumulativos (recordemos que los gases de efecto invernadero se acumulan en la atmósfera), se proyecta que las emisiones acumuladas después de 2011 alcancen valores promedio de 533.1 Gt CO2 al 2025, y 738.8 Gt CO2 al 2030.

Frente a ello, el informe sostiene que estas reducciones no permitirán alcanzar los escenarios recomendados por la ciencia para mantener el aumento de temperatura debajo de los 2°C a bajo costo. En promedio, los niveles de emisiones que se alcanzarían con los compromisos actuales están por encima 19 y 36 por ciento en 2025 y 2030, respectivamente.

El reporte también diferencia los compromisos incondicionados (que los países implementarán con sus propios recursos) de los condicionados (que sólo se implementarán en caso de recibir apoyo internacional). Por ejemplo, si sólo se considerara el componente incondicional, las emisiones serían 55.6 Gt en promedio en 2025 y 57.9 en 2030.

Una perspectiva más positiva

Frente a los niveles de emisión de 1990 (el año base de la medición usado en el Protocolo de Kioto), los valores calculados al 2025 y 2030 resultan ser 40 y 44 por ciento más altos, respectivamente. Aunque se espera que las emisiones sigan aumentando hasta 2030, el ritmo de crecimiento disminuiría en el periodo 2010-2030 (+16%) frente al periodo 1990-2010 (+24%).

El documento sostiene también que, respecto a 1990, las emisiones per cápita se reducirán 8 y 10 por ciento para los años 2025 y 2030.

La implementación de las INDCs —concluye el informe— origina una reducción considerable de emisiones comparada con lo que se ha llamado “trayectoria pre-INDCs”, es decir, el escenario que incluye los compromisos asumidos por los países en la COP 16 de Cancún para el periodo pre-2020.

Esta reducción sería de 2.8 Gt en 2025 y de 3.3 Gt en 2030, y contribuiría a reducir los niveles de aumento de temperatura esperados, aunque el informe no detalla cuánto.

¿Podrá la temperatura no sobrepasar los 2°C?

El reporte plantea que, de no aumentarse la ambición de las INDCs, aún habría posibilidad de que la temperatura no sobrepase los 2°C. Pero los escenarios planteados en el Quinto Informe de Síntesis del IPCC indican que ello implicaría reducir las emisiones mucho más y a un mucho mayor costo en el futuro.

Respecto a las emisiones acumuladas, los escenarios recomendados para lograr la meta del 2°C indican que las emisiones acumuladas en la atmósfera desde 2011 no deben superar un total de 1000 Gt CO2. Con el nivel actual de compromiso, al 2025 ya se habría llegado al 53 por ciento de este “presupuesto” de emisiones, y al 2030, al 74 por ciento.

Una proyección preocupante para Latinoamérica

Para la mayoría de países de América Latina, que son de los más vulnerables al cambio climático en el mundo, es vital que calentamiento del planeta no sobrepase el 1.5°C. Por ello, el escenario actual, según el reporte, es también desalentador: aun implementando las INDCs, las emisiones superarán las planteadas para lograr esta meta en 42 por ciento al 2025 y 67 por ciento al 2030.

En cuanto a emisiones acumulativas, el límite máximo del “presupuesto” para tener un 50 por ciento de posibilidad de no sobrepasar 1.5°C de aumento es 550 Gt CO2. No obstante, al 2025 ya se habría llegado al 97 por ciento de ese límite y al 2030 se habría superado en un 34 por ciento.

¿Qué debe esperarse?

El informe propone que reducir las emisiones y evitar que la temperatura del planeta supere los 1.5°C o 2°C dependerá de dos factores: los cambios a largo plazo de los principales motores económicos inducidos por la implementación de las contribuciones nacionales; y la voluntad de los países de aumentar su ambición después de 2030.

Además, identifica oportunidades de mediano y largo plazo:

Participación: Se evidencia un aumento considerable en los países que toman acciones en mitigación, y en la claridad y transparencia con que éstas se comunican. Mientras que para el periodo pre-2020, 61 países habían presentado metas de reducción de emisiones cuantificadas, las INDCs incluyen este tipo de metas para 155 países.

Políticas e instituciones: Muchas INDCs ya están respaldadas por legislación y políticas nacionales y otras han desencadenado procesos en los que el sector público, el privado, la academia y la sociedad civil trabajan en conjunto para establecer las metas.

Cooperación y apoyo: El interés de los países por cooperar para alcanzar metas colectivas ambiciosas contra el cambio climático parece haber aumentado. Se destaca la necesidad de aumentar el apoyo en financiamiento, transferencia tecnológica y fortalecimiento de capacidades.

Circunstancias nacionales y ambición: Todos los países han aumentado su nivel de ambición considerablemente frente a sus compromisos pre-2020. Sin embargo, aún se necesita aumentar los esfuerzos antes y después de 2030.

¿Qué se espera de la adaptación?

La adaptación al cambio climático —es decir, los ajustes para reducir el daño causado por sus efectos y potenciar las oportunidades— fue incluida en las INDCs de 137 países. De ese total, 30 pertenecen a Latinoamérica y el Caribe.

Aunque el informe no evalúa el efecto agregado de las INDCs en adaptación, sí observa que todos los países incluyen información sobre su vulnerabilidad, los impactos y costos asociados a ella. Entre las amenazas más mencionadas figuran las inundaciones, aumento del nivel del mar y sequías.

Se concluye que los países se están orientando hacia la planificación e implementación de adaptación a gran escala. Varios esperan tener un Plan Nacional de Adaptación (NAP, por sus siglas en inglés) en 2020. Los sectores priorizados para tomar acciones son los de agricultura, agua, ecosistemas, infraestructura, salud y silvicultura.

La mayoría de países requiere financiamiento, tecnología y fortalecimiento de capacidades para la adaptación. Las necesidades calculadas por cada país van desde 10 millones de dólares a tres mil millones de dólares por año.

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