Se han desarrollado importantes capacidades científicas y gubernamentales para la elaboración de políticas de adaptación y se ha involucrado a toda la sociedad
Teorema Ambiental/Redacción
México ha desarrollado diversas herramientas para hacer frente a los impactos adversos del cambio climático, ya que es uno de los países más vulnerables por su ubicación geográfica y características sociales.
México fue el primer país de América Latina y el segundo en el mundo en tener una Ley General de Cambio Climático y la primera nación en desarrollo que anunció compromisos voluntarios de adaptación y reducción de emisión de gases de efecto invernadero. Contamos además con una Estrategia y un Programa Especial de Cambio Climático para su implementación, indicó la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en un comunicado.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) promueve el desarrollo y la implementación de Programas de Adaptación al Cambio Climático (PACC) en estos sitios resguardados, sus zonas de influencia y en regiones prioritarias para la conservación.
El Centro Nacional de Prevención de Desastres, la Comisión Nacional del Agua, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, entre otras instancias, han realizado estudios sobre las condiciones de peligro a las que ha estado sujeto nuestro país, entre ellos el Diagnóstico de Peligros e Identificación de Riesgos de Desastres en México y el Atlas Digital del Agua.
Ante los fenómenos naturales que se han suscitado en las últimas décadas, el tema de la prevención de desastres ha tomado relevancia, reconociendo que es indispensable establecer estrategias y programas de largo alcance enfocados a prevenir y reducir los efectos negativos y no solo atender las emergencias y desastres.
Para ello se cuenta con un Atlas Nacional de Riesgos, cuya tarea es difundir conocimientos sobre los peligros e identificación de los riesgos de desastres que se presentan en el país derivados de los fenómenos de origen geológico, hidrometeorológico, químico, sanitario y socio-organizativo. Y derivado de este instrumento, cada estado y cada municipio elaboran su propio atlas de riesgos.
La parte financiera se atiende a través del Fideicomiso Fondo de Desastres Naturales, que proporciona suministros de auxilio y asistencia ante situaciones de emergencia y de desastre, para responder de manera inmediata y oportuna a las necesidades urgentes para la protección de la vida y la salud de la población, generadas ante la inminencia, la alta probabilidad u ocurrencia de un fenómeno natural perturbador.
Por su parte, el Fondo para la Prevención de Desastres Naturales tiene como objetivo revitalizar las iniciativas dirigidas a prevenir los desastres al hacer eficiente el aprovechamiento de los recursos financieros disponibles y magnificar los resultados ligados principalmente a la preservación de la vida e integridad física de las personas, así como la de los servicios e infraestructura pública y el medio ambiente.
En cuanto a adaptación al cambio climático, el compromiso de México es reducir la vulnerabilidad en 160 municipios; fortalecer las capacidades de las comunidades locales; incrementar las acciones de protección y restauración de los ecosistemas, además de lograr una tasa cero en deforestación, así como generar e implementar sistemas de prevención y alerta temprana ante eventos hidrometeorológicos extremos.