Cambio climático

Desastres climáticos a pequeña escala causan graves daños: FAO

Los desastres vinculados al clima son los que más afectan hoy en día a la región, totalizando un 70 % de las emergencias

desastres-caChile.— La mitad de las pérdidas humanas han sido producto de desastres en América Latina y el Caribe entre 1990 y 2014, según un documento de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y UNISDR-Américas.

Son eventos de pequeña escala pero alta frecuencia que generan menores pérdidas de vidas (menos de 25 víctimas fatales) y daños a la infraestructura (menos de 300 viviendas destruidas), por lo cual comúnmente son desconocidos por la opinión pública.

Los fenómenos intensivos, en cambio, son aquellos que causan impactos mayores y comúnmente atraen atención mediática, generando una reacción de la comunidad humanitaria.

Entre 1990 y 2014, por cada evento intensivo hubo 177 eventos extensivos. De manera acumulada, estos “desastres silenciosos” generaron más de la mitad de pérdidas humanas: 22 mil 400 personas. Más del 90 por ciento de las personas que se vieron afectadas por desastres en dicho periodo, lo fueron por eventos extensivos: un total de 115 millones de personas.

“Este tipo de desastres socavan la capacidad de recuperación de las personas y de los sistemas agrícolas, incrementando su vulnerabilidad con cada nuevo golpe”, explicó Anna Ricoy, oficial de Gestión de Riesgo de la FAO.

Los desastres vinculados al clima son los que más afectan hoy en día a la región, totalizando un 70 por ciento de las emergencias.

Se prevé que el cambio climático incrementará la variabilidad climática y la frecuencia y magnitud de los eventos extremos y según el Índice de Riesgo Climático Global, cinco de los 10 países con mayor riesgo son de América Latina y el Caribe: Guatemala, Honduras, Haití, Nicaragua y República Dominicana.

Por ello, una de las recomendaciones de la FAO para la estrategia regional de gestión de riesgos es la necesidad de articular los esfuerzos de adaptación al cambio climático con la gestión del riesgo de desastres.

El deterioro de los recursos naturales es un factor que incrementa el riesgo, por lo que su gestión sostenible se vuelve una necesidad a la hora de enfrentar los riesgos.

La restauración de bosques y tierras degradadas, por ejemplo, favorece el control de la erosión y la regulación de sequías o inundaciones, contribuyendo a reducir el impacto de los eventos climáticos.

Según la FAO, la estrategia regional de gestión de riesgos de desastre debe considerar la planificación territorial y el uso de suelos, fomentando acciones de recuperación de recursos naturales degradados.

El sector agrícola es particularmente vulnerable a los desastres naturales. Estos dañan los cultivos alimentarios y los recursos que sostienen la seguridad alimentaria regional.

FAO estima que entre 2003 y 2013, el 22 por ciento de las pérdidas y daños causados por desastres de mediana y alta intensidad en países en desarrollo afectaron al sector agrícola.

Esta situación cobra especial importancia en una región productora de alimentos como es América Latina y el Caribe, sector que sufrió el 13 por ciento de los daños causados por desastres, el cual emplea prácticamente un tercio de la población activa.

Otra de las recomendaciones de la FAO para la estrategia regional de gestión de riesgos para los sectores agrícolas es focalizar la atención en la agricultura familiar. “Es necesario adoptar innovaciones tecnológicas y de gestión ajustadas a las necesidades de estos productores”, explicó Ricoy.

Fuente: Teorema Ambiental

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