Cambio climático

Clima espacial y variabilidad climática

Sabemos por consenso de estudios científicos que el cambio climático en el siglo XX es mayormente antropogénico; sin embargo, el clima espacial y algunos procesos geológicos naturales como el vulcanismo también determinan variabilidad climática.

El clima espacial analiza y describe las condiciones en el espacio (flujos de materia y energía) que afectan la vida en la Tierra y sus sistemas tecnológicos. Las bellísimas auroras boreales y australes y las nubes noctilucentes en la estratosfera son eventos del clima espacial, pero algunos eventos en el geoespacio pueden afectar la vida y la salud humanas en el planeta, como las tormentas magnéticas que son pequeñas perturbaciones del campo geomagnético capaces de afectar, por ejemplo, los patrones de migración de las palomas y de las tortugas marinas del Atlántico que utilizan este campo para orientarse por medio de cristales de magnetita en sus células nerviosas.

Hay escalas que clasifican la magnitud de los eventos del clima espacial tipificando sus efectos y frecuencias de ocurrencia y que son utilizadas por los boletines y alertas de clima espacial, como los del Space Environment Center de NOAA. Nuestro geoespacio se extiende mucho, muchísimo más allá de las asnm de las que usualmente hablamos y los eventos que ocurren en él nos afectan, a unos poco, a otros mucho, y su utilización, por tanto, debe ser regulada.

Aun cuando hay todavía muchas preguntas sin respuesta o con respuestas parciales, la literatura disponible es ya vasta, y se publica en revistas arbitradas y de divulgación como las historias de Science@NASA de MSFC-NASA o Top Story de GSFC-NASA accesibles en Internet en español y en inglés las primeras incluyendo archivos de audio, en inglés las segundas. Me concretaré a mencionar evidencias de la influencia en el clima del número de manchas solares, de la irradiancia solar total y de la región MLTI de la atmósfera.

La irradiancia solar total (TSI) es el flujo de energía solar recibida en la Tierra fuera de la atmósfera en todas las longitudes de onda (vatios/m²). El presupuesto de radiación solar es medido al término de la troposfera. De acuerdo con estudios de Solar Physics, MSFC-NASA hay una tendencia al incremento de la TSI, sabemos que ha cambiado en 0.1 por ciento (0.5 por ciento por década) y de acuerdo con NGDC-NOAA este incremento de 0.1 por ciento ha producido un forzamiento radiactivo de 0.24 vatios/m². Comparativamente el forzamiento climático causado por GEI de 1980 a 1986 fue aproximadamente de 0.25 vatios/m². Ahora sólo debe determinarse si este forzamiento radiactivo también influirá en el presupuesto de radiación solar.

Medieval Cálido y Máximo Medieval. La Convención Marco para el Cambio Climático de las Naciones Unidas distingue entre el cambio climático de origen antropogénico y la variabilidad climática atribuida a causas naturales.

En el reporte Climate Change 2001, temas The Scientific Basis y Synthesis Reports del Panel Intergubernamental de Cambio Climático podemos encontrar información sobre la variabilidad climática en el último milenio. En ese periodo ocurrieron la Pequeña Edad de Hielo y el Periodo Medieval Cálido, que son los más recientes en cuanto a más frío y más caliente en el clima del siglo XX.

Conocemos la composición atmosférica en esos periodos por mediciones de gases atmosféricos atrapados en burbujas de aire en el hielo como el bióxido de carbono. La Pequeña Edad de Hielo abarca aproximadamente de 1350-1450 a los inicios del siglo XIX y ha sido correlacionada por medio de registros isotópicos con la Oscilación del Atlántico Norte. El Periodo Medieval Cálido ocurrió antes que la Pequeña Edad de Hielo y abarca pocos siglos del milenio pasado, algunos investigadores lo sitúan entre los años 850 y 1250.

Entre 1645 y 1715 que es el periodo más frío de la Pequeña Edad de Hielo hubo una disminución notoria en el número de manchas solares a la que se atribuye una disminución de la temperatura. Se estima que en este periodo se formó una capa más gruesa de ozono en la estratosfera por la menor cantidad de radiación solar en el ultravioleta extremo recibida en la Tierra a causa del escaso número de manchas solares y que afectó a la Oscilación del Atlántico Norte.

Las temperaturas en invierno disminuyeron de 1.0 a 1.5 grados centígrados según registros de hielo, de los anillos de crecimiento de los árboles y registros históricos de temperatura de la Universidad de Massachusetts y de la Universidad de Virginia en Estados Unidos. Sabemos que Galileo Galilei observó sólo 50 manchas solares en un lapso de tiempo de 30 años según las anotaciones que nos legó. Este periodo en la Pequeña Edad de Hielo es conocido por el Mínimo de Maunder.

El Periodo Medieval Cálido coincide con un período de mayor actividad solar conocido como el Máximo Medieval. Greenpeace tiene información sobre este periodo en su sitio web en Internet. Otros cuatro mínimos en radiación solar han sido observados: el mínimo de Oort (1010-1050), el mínimo de Wolf (1280-1340), el mínimo de Spoerer (1420-1570) y el mínimo de Dalton (1790-1820). Los mínimos de Oort, Wolf y Spoerer fueron descubiertos por el análisis de isótopos, en esas épocas todavía no se hacían observaciones de las manchas solares.

La región MLTI entre los 60 y los 180 kms asnm en la atmósfera juega un papel importante en los procesos de entrada y salida de la energía solar al geoespacio. Se considera que es la región donde la radiación solar causa su primer impacto y es estudiada por sensores a bordo del satélite TIMED. Se cree que un sistema de alerta temprana de variabilidad climática puede ser basado en lo que ocurre en esta región.

Fuente: Teorema

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