prevenir la próxima pandemia
Cambio climático

Claves para prevenir la próxima pandemia, según la OMS

El COVID-19 es considerado una enfermedad emergente causada por la creciente transmisión de virus de huéspedes animales a la población humana

Teorema Ambiental/Redacción

Nairobi, Kenia, 7 de julio de 2020.— Un nuevo informe de las Naciones Unidas ofrece diez recomendaciones para evitar nuevas pandemias, pero advierte que seguirán surgiendo este tipo de padecimientos denominados enfermedades zoonóticas a menos que los gobiernos tomen fuertes medidas para prevenirlos.

El informe “Prevenir la próxima pandemia: Zoonosis y cómo romper la cadena de transmisión” es un esfuerzo conjunto del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Instituto Internacional de Investigaciones Pecuarias (ILRI, por sus siglas en inglés) que identifica siete tendencias que impulsan la creciente aparición de las zoonosis.

Entre estas, destaca la mayor demanda de proteína animal, el aumento de la agricultura intensiva e insostenible, la explotación de la vida silvestre y la crisis climática. Destaca África, por experimentar de manera favorable una serie de epidemias zoonóticas, incluidos los recientes brotes de ébola, como una fuente de soluciones importantes para detener futuros brotes, de acuerdo con el informe.

“Si seguimos explotando la vida silvestre y destruyendo nuestros ecosistemas, en los próximos años tendremos un flujo constante de enfermedades pasando de animales a humanos”, dijo la directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen. “Las pandemias son devastadoras para nuestras vidas y economías. Como hemos visto en los últimos meses, quienes más sufren son los más pobres. Para evitar futuros brotes, debemos proteger el medio ambiente de forma más decidida.”

Una zoonosis es una enfermedad que ha pasado a la población humana desde una fuente animal. El COVID-19 ya ha causado más de medio millón de muertes en todo el mundo, probablemente se originó en murciélagos. Pero esta es solo la más reciente entre un conjunto de enfermedades emergentes (ébola, el MERS, y las fiebres del Nilo Occidental y del Valle del Rift) cuya propagación desde huéspedes animales se ha intensificado a causa de presiones antropogénicas.

Cada año, alrededor de dos millones de personas mueren por enfermedades zoonóticas desatendidas, principalmente en países de bajos y medianos ingresos. Estos brotes pueden causar enfermedades graves, muertes y pérdidas de productividad entre las poblaciones de ganado en el mundo en desarrollo.

Solo en las últimas dos décadas, las enfermedades zoonóticas han generado pérdidas económicas de más de 100 mil millones de dólares, sin incluir el costo de la pandemia de COVID-19, que se espera alcance los nueve billones en los próximos años.

África como un modelo para combatir pandemias

En algunos países africanos se han manejado exitosamente brotes zoonóticos mortales, por lo que tienen el potencial de aprovechar esta experiencia para abordar futuros brotes a través de enfoques que incorporen la salud humana, animal y ambiental.

El continente alberga una gran parte de los bosques tropicales y otros ecosistemas intactos que quedan en el mundo. También es el hogar de la población humana de más rápido crecimiento global, lo que llevará a un aumento de los encuentros entre ganado y vida silvestre y, a su vez, del riesgo de enfermedades zoonóticas.

Los autores del informe identifican este enfoque, que une la experiencia en salud pública, veterinaria y ambiental, como el método óptimo para prevenir y responder a brotes y pandemias de zoonosis.

Estas son las recomendaciones prácticas que los gobiernos pueden tomar para prevenir futuros brotes zoonóticos:

  1. Invertir en enfoques interdisciplinarios, incluido el enfoque “Una sola salud”.
  2. Ampliar la investigación científica sobre las zoonosis.
  3. Mejorar los análisis de costo-beneficio de las intervenciones para que consideren el recuento de costos totales del impacto social de las enfermedades.
  4. Concientizar sobre las enfermedades zoonóticas.
  5. Fortalecer las prácticas de monitoreo y regulación asociadas con las enfermedades zoonóticas, incluso dentro del sistema alimentario.
  6. Incentivar prácticas sostenibles de gestión de suelos y desarrollar alternativas para la seguridad alimentaria y los medios de vida que no dependan de la destrucción de hábitats y biodiversidad.
  7. Mejorar la bioseguridad al identificar los impulsores clave de las enfermedades emergentes en la cría de animales y fomentar medidas probadas de gestión y control de zoonosis.
  8. Apoyar la gestión sostenible de paisajes terrestres y marinos para mejorar la coexistencia sostenible de la agricultura y la vida silvestre.
  9. Fortalecer las capacidades de los actores de la salud vinculados a este tema en todos los países.
  10. Poner en práctica el enfoque “Una sola salud” en el uso del suelo y la planificación, implementación y monitoreo del desarrollo sostenible, entre otros campos.

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