Cambio climático

Causa estragos calor en España

Las consecuencias de la ola de calor tienen estragos en el sector eléctrico, agrícola, forestal y marino de España

A pesar de que hay más horas de luz natural el consumo de energía va en aumento. La principal causa se atañe a los sistemas de aire acondicionado.

La energía generada durante julio respecto al mismo mes del año anterior aumentó en un 8 por ciento, mientras que la energía producida en lo que va de año se ha incrementado un 4.33 por ciento respecto a 2005.

El aumento del consumo eléctrico causa problemas en el sistema de distribución, al que afectan también las altas temperaturas y apagones en los momentos de mayor demanda.

Más CO2. El 30.5 por ciento del dióxido de carbono liberado a la atmósfera procede de las centrales térmicas de combustible fósil. Si la sequía provoca un descenso de las reservas hidráulicas, el calor hace que se evaporen en mayor medida. Esto redunda en un descenso en la producción de energía eléctrica en las centrales hidráulicas. Como efecto rebote, las centrales térmicas tienen que aumentar su cuota de producción. En julio, la cuota de energía que aportaron las centrales térmicas al total creció un 5 por ciento con respecto a febrero y un 17 por ciento respecto a marzo. La producción anual de electricidad en centrales térmicas de carbón ha descendido de media este año un 10.26 por ciento con respecto al anterior, mientras que la generación de energía en estas centrales ha aumentado en julio un 4.19 por ciento con respecto al mismo mes de 2005.

Reducción de las cosechas. El calor llegó demasiado pronto este año para las cosechas de cereales de Castilla y León, Aragón y Castilla-La Mancha. Julio López, miembro de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Castilla y León, estimó que en las provincias del sur de la comunidad las pérdidas en la producción de trigo, cebada, avena y centeno llegarán al 50 por ciento respecto de un año normal. En toda la autonomía se cosecharán un millón y medio menos de toneladas. Que se restarán de la cosecha normal en la región, unos seis millones de toneladas.

En toda España, se calcula que las pérdidas pueden ascender a un 18 por ciento de la cosecha respecto de un año normal. “Fue una conjunción del golpe de calor y agua. Cuando tiene agua, la espiga aguanta mejor”, afirmó Julio. Pero este año no ha sido lluvioso y el agua tampoco fue la suficiente. Las altas temperaturas unidas a la restricción del riego puede afectar también a la recolección de cítricos.

Medusas y fauna marina. Las temperaturas más cálidas del agua del mar hacen posible que las medusas abandonen la forma de pólipos y huevos para transformarse en los ejemplares de tentáculos que, cada vez más, hacen turismo en las playas españolas. La escasez de lluvias reduce la llegada de agua dulce a la costa, debilitándose una de las barreras naturales que encuentran las medusas en su aproximación a las playas. Todo ello, unido a la sobrepesca de sus predadores facilita la llegada de bancos de estos cnidarios a nuestras playas. Este verano, la acumulación de medusas ha sorprendido en la costa barcelonesa, pero todo el litoral mediterráneo está afectado. Barcos de limpieza y redes son las medidas para combatirlas.

Problemas en las nucleares. Hace unos días la central nuclear de Santa María de Garoña tuvo que parar su producción porque el agua del Ebro que refrigera su reactor estaba demasiado caliente para cumplir su función. Era la primera vez en 30 años que sucedía esto, según el portavoz de la central, Elías Fernández. En este aumento también tuvo bastante que ver la sequía. La Confederación Hidrográfica del Ebro redujo la cantidad de agua desembalsada por las presas de la cabecera, el caudal del río disminuyó y esto facilitó el aumento en la temperatura del agua.

Pérdidas económicas. El verano hace el agosto de hoteles, terrazas y restaurantes. Pero las altas temperaturas infligen pérdidas en otros sectores. Es el caso de los transportistas de productos frescos y congelados, que ven aumentar sus necesidades de combustible para refrigerar la mercancía. “Este verano se está notando especialmente debido a que hace más calor y al mayor precio del combustible”, afirma Dulse Díaz Fresno, de la Confederación Española de Transportes. Tampoco a los ganaderos les gusta la combinación de altas temperaturas y sequía. El pasto natural y gratuito que se agosta en estas condiciones debe ser reemplazado con la compra de piensos artificiales, afirmó por su parte Julio López.

Riesgo de incendio. El calor, junto con la sequía y la presencia de broza es uno de los factores que influyen en la declaración de una zona como de alto riesgo de incendio. La suma de estos fenómenos durante este verano ha hecho que los términos municipales que se extienden por la mitad de la superficie de España contengan declaraciones de Zonas de Alto Riesgo de Incendios. Las zonas con mayor superficie afectada son Levante, Castilla-La Mancha y Madrid.

Fuente: ABC

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