Erosión e inundaciones podrían convertir edificaciones históricas en polvo o dejarlas bajo el agua
Ni las mejores armaduras podrían luchar contra el nuevo enemigo de los castillos y capillas de Escocia, se trata de los estragos derivados del cambio climático, que han puesto en riesgo a 28 estructuras históricas, según el informe del Instituto para la Conservación del Patrimonio Escocés.
Los expertos de este organismo (HES, por sus siglas en inglés) evaluaron más de 350 edificios públicos y situaron otras 160 propiedades en riesgo de sufrir daños debido a inundaciones, erosión por su proximidad al mar e inestabilidad de las laderas.
De tal modo, el aumento de las temperaturas y las lluvias y la subida del nivel del mar que, según HES, ya están afectando a edificios históricos en toda la región escocesa, es el caso de la fortaleza conocida como Fort George, que data del siglo XVIII y que, por su posición estratégica cerca de Inverness (en la costa norte de Escocia), corre un alto riesgo de erosión.
Ante el reto, se prevé una fuerte inversión en programas de conservación que pongan el acento en disminuir los efectos del cambio climático sobre los edificios afectados, en busca de impulsar los trabajos de conservación y mejorar las instalaciones para los visitantes en todos los sitios históricos.
