Cambio climático

Asbesto ¿Peligroso para la salud?

El asbesto ha sido considerado como peligroso para la salud por grupos ambientalistas. Una de las respuestas de diferentes gobiernos y empresas del mundo ha sido su sustitución por otros materiales o, en todo caso, el empleo de aislantes que permitan anular sus posibles daños.

Asbesto es el nombre de un conjunto de minerales que existen en la naturaleza y que pueden separarse en fibras delgadas, cuyas propiedades las hacen incombustibles, resistentes a la corrosión y con una muy baja conductividad eléctrica y térmica, por ello es un excelente material aislante. Por su dureza, los productos elaborados con este material tienen una prolongada vida.

Estas ventajas respecto a otros materiales han hecho que el asbesto resulte muy atractivo para utilizarse en las industriales de construcción y de consumo general. Las principales fibras que se usan comercialmente son chrysotile (principalmente de Canadá), amosite (de África del Sur) y crocidolite (de África del Sur y Australia).

Sin embargo, los especialistas señalan que a menos que las fibras estén encapsuladas, éstas tienden a descomponerse en polvo microscópico. Una sola hebra de asbesto aumentada mil veces se ve un poco más grande que un cabello. Debido a su tamaño pequeño y su forma larga y delgada, las fibras de asbesto pueden permanecer en el aire por mucho tiempo, y, por tanto, pueden ser inhalados.

Esta característica, según los grupos ambientalistas, resulta altamente peligrosa cuando no se toman las medidas necesarias, tanto en el proceso de producción industrial como en la elaboración de productos de uso común sin las debidas precauciones.

Las fibras de asbesto, explican, al ser respiradas pueden penetrar los tejidos del cuerpo y, debido a su durabilidad, permanecer en el cuerpo durante muchos años y generar graves enfermedades.

Las enfermedades más conocidas —apuntan— a consecuencia del contacto con las fibras del asbesto son:

1. Asbestosis: enfermedad producida por la inhalación y fijación de partículas de asbesto que, aunque pueden influir en diferentes partes del cuerpo, afectan básicamente el pulmón y alteran el dióxido de carbono de la sangre.

Normalmente esta enfermedad no repercute en los habitantes del edificio, sólo en las personas que trabajan en la manipulación de asbesto.

2. Cáncer de pulmón: es un cáncer parecido al producido por el tabaco y por otros contaminantes ambientales. No afecta a los ocupantes de los edificios, pero puede afectar a los operarios que trabajan en el mantenimiento de elementos constructivos realizados con asbesto.

3. Malignant mesothelioma del peritoneo o de la pleura: tipos de cáncer que afectan a las personas que están en contacto constante con el asbesto.

Es importante tener en cuenta que el riesgo aumenta a medida que el material se va transformando en fibras (es peligroso actuar sobre elementos que liberan fibras o partículas).

Los trabajos que se realizan durante las obras de rehabilitación, mantenimiento y de demolición son los que presentan mayor peligrosidad. En estos casos no sólo el operario está expuesto a las enfermedades, sino también hay un cierto riesgo en el ambiente.

La extensión de este riesgo dependerá de los métodos que se utilicen y de la naturaleza del asbesto, según los grupos ambientalistas.

Usos más frecuentes

Uno de los usos más generalizados del asbesto es como material de placas de fibrocemento. Se puede encontrar como cubierta ligera de recintos que no necesiten una protección del exterior muy importante (edificios agrícolas, almacenes, garajes, etcétera) o como base de soporte de tejas árabes.

En las planchas para cubiertas y cerramientos hechos con chrysotile, el cemento puede ser degradado por frotamiento o desgaste, por agentes atmosféricos y por aguas agresivas provenientes directa o indirectamente de la contaminación medioambiental. Una vez instalado en el edificio, la peligrosidad dependerá de la cantidad utilizada, de la exposición y de su mantenimiento.

La fibra utilizada en los tubos y en los tanques de agua también es la chrysotile. Los productos antiguos incluyen otros tipos de asbestos:

a) Fibras de cemento de asbestos lixiviadas en contacto con el agua: la cantidad depende del grado de agresividad del agua (pH y contenido de iones). La inhalación de las fibras es un peligro inminente.

b) Asbesto en matrices de polímeros.

Se utiliza como relleno y estabilizador de placas de vinilo para losas y baldosas para los suelos. Este tipo de material, al estar sometido a un fuerte desgaste, libera una cantidad importante de fibras que se pueden diseminar con limpieza, con el movimiento de personas, etcétera. Además, al quemarse este material, se desprenden fibras de asbesto y un humo irritante.

c) Asbesto de matrices bituminosas.

Se usa en telas asfálticas para impermeabilizaciones. Este material, al cabo de cierto tiempo, se degrada con mucha facilidad, se hace frágil y puede provocar la aparición de grietas. En su sustitución o reparación el operario está expuesto a diversos peligros.

En resumen, según hemos descrito, en la construcción el asbesto afecta principalmente a las personas que tienen contacto directo, cuando se desprenden fibras y cuando hay un incendio.

Las posibilidades

Las empresas que usan asbesto deben apegarse a un estricto control, y la tecnología que utilizan en su producción deberá ser la adecuada para prevenir los riesgos de la materia prima que manipulan.

Las placas de fibrocemento pueden ser remplazadas por otros materiales —metales o plásticos— menos peligrosos para la salud.

La mayoría de planchas de fibrocemento que se están fabricando, de hecho, ya llevan bajas cantidades de asbesto. Además, se está estudiando la posibilidad de mezclarlo con otras fibras o con celulosa.

Los grupos ambientalistas apuntan que como material de aislamiento, existen otras opciones a base de fibras minerales.

Consideran que es responsabilidad de las autoridades establecer medidas de seguridad para garantizar la salud de quienes manipulan o tienen algún contacto de riesgo con el asbesto.

Por ello, recomiendan, es indispensable que se reglamenten las siguientes medidas:

a) Un inventario de los diversos productos que contienen asbesto.

b) Etiquetado para indicar que el producto contiene asbesto y es muy peligroso para la salud.

c) Registro general de todas las industrias que utilizan asbesto en su producción.

d) Sustitución del asbesto por otro elemento y reconversión tecnológica industrial.

e) Monitoreo constante de las industrias que usen asbesto para medición de material particulado en suspensión, tomando en consideración los picos de mayor exposición de su personal.

f) Monitoreo permanente de la comunidad cercana a la industria para comprobar posibles emisiones exteriores a fin de preservar la salud de la población.

Asumir la sustitución del asbesto impedirá tener, en un futuro no muy lejano, elevadísimos costos sociales, económicos y sanitarios, concluyen los ambientalistas.

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