Cambio climático

Arranca en Madrid la COP25; pide “no rendirse ante cambio climático”

“¿De verdad queremos que se nos recuerde como la generación que miró para otro lado, que perdió el tiempo mientras el planeta ardía?”, preguntó el secretario general de la ONU

Teorema Ambiental/Redacción

Madrid, España, 3 de diciembre de 2019.— Este lunes inició en la ciudad de Madrid, España, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2019, conocida también como la COP25, un evento que durante 11 días reunirá a delegaciones de casi 200 países y unos 25 mil visitantes, bajo el lema: “Tiempo de actuar” (“Time for Action”).

El evento fue llevado a España, luego que la crisis política en Chile obligó a la cancelación del evento. Sin embargo, el país andino preside el evento, que se realizó por primera vez el Río de Janeiro, Brasil, en 1992, como una iniciativa mundial que coordina esfuerzos para analizar los retos que supone el cambio climático y las medidas para revertirlo.

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, instó a los gobiernos a no rendirse en la lucha contra el cambio climático. En su discurso de apertura, citó datos científicos recientes que muestran que los niveles de gases de efecto invernadero han batido un récord, con indicadores que no se habían visto, al menos en tres millones de años, cuando los niveles del mar eran de 10 a 20 metros más altos que hoy.

“Las señales no se pueden ignorar. Las decisiones importantes se tienen que tomar ahora, ya. A menos que se reduzcan de forma drástica las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, la temperatura podría subir para final de siglo el doble de lo que aspiraba el Acuerdo de París de 2015”, advirtió.

“¿De verdad queremos que se nos recuerde como la generación que miró para otro lado, que perdió el tiempo mientras el planeta ardía?”, preguntó Guterres.

El objetivo de las conferencias es concretar las normas que regulan el Acuerdo de París de 2015. Eso incluye crear un sistema funcional de canje de emisiones internacionales y compensaciones para los países pobres por las pérdidas que sufran debido a la subida del nivel del mar y otras consecuencias del cambio climático.

Guterres reconoció que a pesar de los acuerdos que se han firmado en las últimas décadas para luchar contra la destrucción del planeta, la situación es peor de lo que se preveía en los estudios más pesimistas.

“Estamos muy lejos de un camino sostenible. Vemos algunos modelos sostenibles, pero no se acercan a la escala que precisamos. Hay que cambiar la fiscalización de los ingresos al carbono, acabar con las plantas que queman carbón, acabar con los subsidios a los combustibles fósiles y hacer una transición hacia una economía verde. No hay otro camino. Tres informes importantes nos confirman que estamos destruyendo los sistemas que nos mantienen con vida. Las plantas que queman carbón siguen construyéndose. O le ponemos fin o los esfuerzos contra el cambio climático están destinados al fracaso.”

El secretario general señaló que cumplir el objetivo de París sería mucho más fácil si los países hubieran empezado a reducir de forma drástica sus emisiones hace una década. “Si los países hubieran actuado siguiendo la ciencia, habrían tenido que reducir las emisiones en un 3.3 por ciento cada año, hoy tenemos que reducir las emisiones en un 7.6 por ciento cada año.

“El impacto sobre toda la vida en el planeta, incluyendo la nuestra, sería catastrófico. La única solución son acciones ambiciosas, transformadoras de todos: gobiernos, regiones, ciudades, empresas y sociedad civil, todos trabajando hacia un objetivo común.”

Salvo por la recién investida ejecutiva de la Unión Europea, que tenía previsto iniciar su mandato de cinco años visitando la cumbre, los otros grandes emisores de dióxido de carbono —Estados Unidos, China y la India— enviaron ministros o funcionarios de menor jerarquía.

Guterres recriminó a estos países por seguir apoyando la construcción de centrales eléctricas de carbón, afirmando que a menos que el mundo deje de quemar carbón, “todos nuestros esfuerzos por combatir el cambio climático estarán condenados”.

Presencia indiferente de EEUU
Uno de los principales actores es EEUU, considerado el segundo país que genera más emisiones. Sin embargo, su presidente, Donald Trump, reitera que el hombre no es responsable del cambio climático, por lo que no ha modificado sus políticas en favor de la sustentabilidad y anunció que saldrá del Acuerdo en noviembre de 2020, justo antes de las elecciones presidenciales.

El gobierno de EEUU anunció la asistencia de una delegación encabezada por Marcia Bernicat, funcionaria del Departamento de Estado. Sin embargo, un contingente legislativo encabezado por la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, complementará la representación de este país, que no enviará a algún funcionario importante del gobierno federal.

La representación demócrata asegura que el país sigue comprometido con los objetivos marcados por el acuerdo de 2015, pues esta corriente acepta la hipótesis del cambio climático provocada por la actividad industrial.

Panorama general
La primera es más técnica y discurre en sesiones a puerta cerrada para negociar los acuerdos que se firmarán en la segunda semana y que son presentados el día de la clausura, el 13 de diciembre. Precisamente en esta semana acude la mayoría de los jefes de gobierno y Estado.

Sin embargo, es preciso un trabajo más intenso puesto que tras los acuerdos firmados mundialmente en el Acuerdo de París en 2015 para limitar el aumento de la temperatura del planeta a 1.5 grados a finales de siglo, las estimaciones de este año advierten que no han sido suficientes, pues no se ha logrado detener la concentración de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero en la atmósfera.

La ONU advirtió que, si continúa el mismo ritmo de estas emisiones, sería catastrófico para el planeta, en términos ambientales, económicos y sociales, pues habrá millones de personas en situación de vulnerabilidad afectadas por estos efectos.

El Acuerdo de París fue firmado por 187 países y entra en vigor a partir de este 1 de enero con el ambicioso objetivo de limitar el aumento en la temperatura promedio global en 1.5 grados centígrados y establece sanciones, en caso que los países no cumplan con los acuerdos que establecieron de manera voluntaria.

En la presente edición, los países participantes negociarán cuestiones particulares del Acuerdo de París que garantice el cumplimiento de la meta. Desde su llegada al poder, la Unión Europea ha intentado asumir el liderazgo mundial del Acuerdo, debido a que China, la economía más contaminante del mundo, no ha decidido ingresar completamente en la lucha contra este fenómeno. Por esta falta de voluntad política, se esperan manifestaciones y otros eventos paralelos, contra de los políticos asistentes.

También se espera la intervención de la activista sueca Greta Thunberg, quien encabezó una protesta ante el Parlamento de su país para exigir acción urgente para proteger el planeta en el que crecerá y ha encabezado las protestas de los jóvenes por la falta de acción que se tiene actualmente en todo el planeta.

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