En México, no sólo en la zona metropolitana del Distrito Federal y en la Selva Lacandona en Chiapas (por mencionar dos ejemplos), faltan proyectos y trabajo conjunto entre las autoridades y la sociedad civil para resolver los problemas ambientales que se presentan en el país.
El crecimiento demográfico, la demanda de vivienda, los intereses económicos de las empresas y la consecuente contaminación son problemas que provocan severos deterioros ecológicos en muchas ciudades del país, frente a la apatía de gran parte de la sociedad y las autoridades involucradas.
Hace 30 años, cuando nadie hablaba de desarrollo sustentable, un grupo de reconocidos ciudadanos jaliscienses abordaron por primera vez los temas ambientales. Comenzaron por tocar el tema referente a los daños que se causaban al patrimonio arquitectónico de Guadalajara. Preocupada por la apatía de la mayoría de la población, María Casparius Toquero comenzó a trabajar a favor del medio ambiente. Casi por casualidad y ante la falta de conciencia social en materia de cuidado ambiental, nació Pro Hábitat el 12 de enero de 1973.
En entrevista con Teorema, Casparius, coordinadora de la asociación, comentó que a pesar de que en un principio no tenían claro qué hacer o por dónde empezar, en pocos días ya estaban hablando de pérdida arquitectónica, y posteriormente de otros temas como contaminación visual y ruido. Después, en las estaciones locales de radio y en los canales de televisión, el problema ambiental ya comenzaba a abordarse, como una variante a la preocupación que surgió entonces en la ciudad de Guadalajara por la pérdida del patrimonio arquitectónico. No existía en la ciudad ningún grupo que hablara de este problema y Pro Hábitat fue de los primeros.
Las primeras acciones consistieron en retirar un enorme anuncio que cubría un bello edificio en pleno centro de la ciudad (contaminación visual), gracias principalmente al apoyo de los medios de comunicación.
Pronto surgieron otros grupos ambientalistas y Pro Hábitat comenzó a trabajar con ellos en determinados temas. Actualmente, la asociación goza de credibilidad por su independencia y sus propuestas claras.
Casparius comentó que los problemas inmediatos que han enfrentado son el autoritarismo, la apatía e ignorancia de gran parte de la población y de muchas autoridades. El principal problema es que se carece de educación ambiental.
Hace más de 10 años, la asociación elaboró y editó un pequeño manual denominado Las cien acciones para el medio ambiente, que son un resumen de propuestas sencillas para ahorrar energía, y para reciclar y reutilizar el agua, entre otras cosas. Hoy en día, la asociación da continuidad a trabajos de investigación, seminarios y pláticas sobre temas como reciclaje de agua y materiales, uso eficiente de recursos, manejo adecuado de desechos tóxicos y en general imparten cursos sobre educación ambiental.
Principales aciertos y acciones de Pro hábitat a lo largo de su historia:
1) Siempre han actuado como ciudadanos de buena fe.
2) Cuando se crítica una acción se hace una propuesta.
3) Desde el comienzo, recurren a los medios como multiplicadores de información.
4) Los fundadores son conocidos y reconocidos por la sociedad.
5) Aunque casi todos son profesionistas, siempre actúan como ciudadanos.
6) Cuando no se conoce algún tema, buscan siempre asesoría de expertos.
7) Todas las propuestas quedan asentadas en cartas selladas y fechadas por la autoridad, lo que, aunado al apoyo de los medios, obliga a dar una respuesta.
8) Apertura total de la sociedad y los medios, porque desde el inicio se tratan temas novedosos.
9) Nunca participan en marchas o en nada que limite o impida el libre tránsito de los ciudadanos y sus actividades.
10) Desde el principio ya se manejaba en los estatutos lo que hoy se conoce como desarrollo sustentable.
