Biodiversidad

Pueblos indígenas ganan control sobre sus recursos forestales

Con esto se espera que haya una disminución del tráfico ilegal de madera y fauna silvestre en importantes sectores de ambas regiones del país

Perú.— Una de las principales actividades económicas en la Amazonia es la extracción y comercialización de bienes del bosque tales como madera y animales silvestres. Lamentablemente, se estima que más de 80 por ciento del comercio de la fauna capturada y madera extraída en el Perú es de origen ilegal, lo que significa que la extracción de estos recursos se desarrolla sin considerar los estándares mínimos de sostenibilidad ambiental que obliga la ley, y muchas veces, en condiciones de desventaja para los habitantes de los bosques explotados. Este tráfico ilegal constituye una de las principales trabas al desarrollo de los pueblos que habitan en la Amazonia y a la gestión sostenible de nuestros recursos naturales.

Frente a este panorama, dos organizaciones de base indígenas de Ucayali y Madre de Dios, la Federación de Comunidades Nativas Ashéninka de la Provincia de Atalaya (Feconapa) y la Federación Nativa del río Madre de Dios y Afluentes (Fenamad), respectivamente, están dando un paso hacia un mejor control de lo que ocurre en sus territorios, al conformar sus veedurías forestales.

La Veeduría Forestal es una unidad técnica que se crea al interior de la organización indígena o de una comunidad para promover y dar asistencia técnica a la gestión sostenible de los bosques comunales. En ese sentido, su rol es el de salvaguardar los intereses de las comunidades, velar por el cumplimiento de la ley y supervisar la realización de negociaciones justas con otros actores del mercado. Las primeras experiencias de veedurías han sido promovidas por la Organización Regional AIDESEP Ucayali (ORAU).

Según Braulio Buendía, especialista de TRAFFIC para el proyecto Amazonia Viva, con la designación de los nuevos veedores de Feconapa y Fenamad por las mismas organizaciones indígenas, se contribuirá al fortalecimiento de sus capacidades técnicas, de control y negociación, beneficiando a sus comunidades afiliadas.

“Con este fundamental paso, se espera que los hermanos indígenas, que ahora cuentan con estas veedurías, puedan revertir los problemas de ilegalidad que afectan sus territorios, generando transparencia y condiciones justas en las transacciones comerciales de las comunidades tanto para bienes como servicios del bosque. Además, la presencia de estas veedurías facilitará la administración y manejo de información forestal, así como el monitoreo de los permisos forestales, entre otros.

“Estas iniciativas innovadoras han sido bien recibidas por las autoridades y demás actores involucrados en el sector, dado que tendrán un punto de contacto para las coordinaciones con las comunidades indígenas en la administración, acciones de control, fiscalización y capacitaciones relacionadas al ámbito forestal. Finalmente, esto beneficia también al sector empresarial, pues con esta instancia lograrán tener mayor seguridad y estabilidad para sus inversiones en sus relaciones comerciales con las comunidades.”

Teorema Ambiental

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