Con las modificaciones a la ley, desde ahora queda prohibida la remoción, relleno, transplante, poda, o cualquier obra o actividad que afecte la integralidad del flujo hidrológico del manglar (*)
A pesar de la fuerte oposición de la industria turística, el Ejecutivo ratificó las reformas a la Ley General de Vida Silvestre (LGVS) aprobadas por el Congreso de la Unión en la pasada legislatura.
Diferentes organizaciones ecologistas como Defenders of Wildlife de México, Conservación de Mamíferos Marinos de México (Comarino), el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), Grupo Ecologista del Mayab, el Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales (IFAW), Teyeliz y Greenpeace México festejaron las reformas.
Los cambios a la Ley de Vida Silvestre fueron consensuados por diversos sectores y organizaciones y fueron aprobadas por senadores y diputados prácticamente sin votos en contra. Organizaciones civiles e instituciones de investigación presionaron al presidente Felipe Calderón al enviarle una carta y organizar una marcha ciudadana en Cancún.
Cabe señalar que, con excepción de Yucatán, los otros 17 estados con litoral, así como los estados del sector turístico, representados por el Grupo Quintana Roo, la Asociación de Propietarios e Inversionistas de la Rivera Maya (APIR), la Asociación de Hoteles de Cancún, la Asociación de Clubs Vacacionales (Acluvac), el Centro Coordinador Empresarial y del Caribe (CCEC) y la Asociación Mexicana de Desarrolladores Turísticos (Amdetur) exigieron que la ley fuera vetada.
“Resulta contradictorio que argumenten que esta reforma a la LGVS afectaría el crecimiento y economía del país; es mucho el dinero que se invierte en el país pero no se compara con el valor de los servicios y beneficios que nos brinda la conservación de nuestros recursos naturales”, comentó el presidente del Cemda, Gustavo Alanís.
Con las modificaciones a la ley, desde ahora queda prohibida la remoción, relleno, transplante, poda, o cualquier obra o actividad que afecte la integralidad del flujo hidrológico del manglar; del ecosistema y su zona de influencia; de su productividad natural; de la capacidad de carga natural del ecosistema para los proyectos turísticos; de las zonas de anidación, reproducción, refugio, alimentación y alevinaje; o bien de las interacciones entre el manglar, los ríos, la duna, la zona marítima adyacente y los corales, o que provoque cambios en las características y servicios ecológicos: y las obras y actividades de aprovechamiento no extractivo que se lleven a cabo en manglares, deberán sujetarse a las disposiciones previstas por el artículo 28 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente.
“Ésta es una de esas raras ocasiones en las que todos salieron ganando. El Poder Legislativo se fortalece ya que su reforma consensuada no fue vetada, el Ejecutivo gana al ratificar su compromiso con la protección del medio ambiente. La sociedad civil organizada y la academia ganan ya que su larga lucha por demostrar la importancia de los manglares fue escuchada y finalmente el ecosistema será protegido.
“Las comunidades costeras y los pescadores ganan ya que podrán seguir gozando de los servicios ambientales del manglar. Incluso, los desarrolladores turísticos ganan ya que sus inversiones quedarán protegidas por el manglar, y las bellezas naturales que buscan los turistas como las playas y arrecifes de coral no se perderán. Todo México ganó”, dijo Juan Carlos Cantú, director de programas de Defenders of Wildlife de México.
“Esto no significa que ya no se vayan a construir hoteles, únicamente que se va a respetar a este ecosistema. Los hoteles deben ver al manglar como un beneficio por sus servicios ambientales y como elemento paisajístico de valor agregado. No como árboles que estorban”, dijo Yolanda Alaniz, vicepresidenta de Comarino.
Cabe señalar que Quintana Roo es una zona expuesta ante el aumento sobre el nivel medio del mar, consecuencia del cambio climático. Los manglares también son mitigantes de estos efectos ya que estabilizan los suelos, son barreras físicas ante el oleaje y crean playas, es decir, dan muchos beneficios al sector turístico, señalaron las organizaciones.
“Felipe Calderón no sobrepuso los intereses del sector turístico sobre los recursos naturales. Nos da mucho gusto que los manglares queden por fin protegidos después de más de ocho años de estar luchando. Esperamos que se siga con este tipo de políticas”, afirmó Alejandro Olivera, coordinador de la campaña de océanos de Greenpeace México.
Las organizaciones también externaron una felicitación al Poder Legislativo y al gobernador de Yucatán, Patricio Patrón Laviada, por aprobar estas reformas a favor de México.
Fuente: Diario Oficial de Protección de Manglares
