Biodiversidad

Prevén extinción de orangután: ecologistas

Trescientos mil de estos primates vivían en el sureste asiático, pero ahora sobreviven sólo en islas como Borneo o Sumatra. Sus selvas han sido destruidas para crear más cultivos de palma, paradójicamente necesaria para producir con su aceite la alternativa verde a la gasolina y el diesel

Al menos mil orangutanes han muerto en los feroces incendios forestales de Indonesia, lo que apresura la ya de por sí inminente extinción de esa especie en la próxima década.

Los incendios, los peores en los 10 años recientes, y que llegaron a un punto sin precedentes en noviembre, han cubierto la región con un espeso humo que ha ocasionado el cierre de aeropuertos y obligado a los conductores a manejar con luces a mediodía.

Grupos conservacionistas creen que muchos de estos incendios fueron deliberados, provocados con el fin de abrir espacio para ampliar los cultivos de palma que, paradójicamente, son necesarios para incrementar la producción de aceite de palma para satisfacer la demanda cada vez mayor de combustibles ecológicos.

La principal víctima fue el orangután ­el único gran simio de Asia­, tan amenazado que muchos expertos creen que se extinguirá del medio natural dentro de una década. Cuando mucho, sobreviven 50 mil en estado silvestre, pero creen que cinco mil mueren cada año a medida que las selvas de las que dependen son taladas.

Originalmente, 300 mil de estos primates vivían en el sureste asiático, pero ahora sobreviven sólo en islas como Borneo o Sumatra. En los recientes 20 años, 80 por ciento de su hábitat ha sido destruido, y sólo 2 por ciento de lo que queda está protegido legalmente y declarado reserva natural.

Medidas de protección insuficientes

“Los orangutanes están en un declive catastrófico, y todo lo que se hace para protegerlos no es suficiente”, dijo Ian Redmond, presidente de Ape Alliance ­coalición internacional de cuerpos conservacionistas­ y asesor del Programa de Naciones Unidas para el Ambiente. “Todo se ve bastante sombrío”, agregó.

El Fondo Internacional para la Conservación de la Fauna predice que los orangutanes se extinguirán en una década; el WWF, antes conocido como el Fondo Mundial para la Vida Salvaje, calcula que la extinción llegará en 20 años. Amigos de la Tierra estima que los orangutanes sólo durarán 12 años, mientras la Fundación de Supervivencia del Orangután de Borneo estima un plazo de sólo cuatro años.

Estos simios, cuyo nombre significa “hombre del bosque”, son uno de los parientes más cercanos de los humanos y coinciden en 97 por ciento de nuestro ADN. Pasan la mayor parte del tiempo en los árboles y son básicamente solitarios. Las madres permanecen con su cría hasta por seis años y tienen un solo bebé cada ocho años, aproximadamente. El hecho de que tengan el ritmo de reproducción más lento de todos los grandes simios vuelve especialmente vulnerable a esta especie.

Durante mucho tiempo fueron amenazados por el tráfico de mascotas: el número de simios por kilómetro cuadrado en Taipei, capital de Taiwán, es hoy día mayor que en las selvas en las que se originaron esos animales. Por cada uno que es vendido como mascota, se calcula que cuatro o cinco murieron. También se les caza por su carne.

Pero es la destrucción de la selva ­que solía cubrir todo Borneo­ lo que implica el mayor peligro. Se había controlado la tala con fines de vivienda y agricultura, pero se aceleró para satisfacer la creciente demanda de aceite de palma, usado en uno de cada 10 productos que se venden en los supermercados de Indonesia, y que ahora alimenta el mercado de combustible biológico que se ha vuelto la “alternativa verde” a la gasolina y el diesel.

El gobierno de Indonesia está tratando de convencer a las compañías de instalar sus plantaciones en zonas ya deforestadas y de tierra degradada con muy poco éxito, pues pueden duplicar sus dividendos cultivando en lo que eran bosques vírgenes; primero venden la madera y luego explotando el aceite de palma que se produjo en esa tierra.

Fuente: The Independent, La Jornada

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