Biodiversidad

Nacen las primeras tortugas bobas

La playa de Cofete en Fuerteventura, España, ha sido escenario del nacimiento de las primeras tortugas bobas después de que, hace dos meses, se enterraran más de un centenar de huevos en sus arenas para recuperar esta especie que desapareció de las islas hace tres siglos.

La tortuga Carretta caretta se encuentra en peligro de extinción y el gobierno canario, junto al cabildo de Fuerteventura, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y el gobierno de Cabo Verde, han puesto en marcha un proyecto para su reintroducción en las islas, lo que sólo se ha hecho con anterioridad en México, explica una nota de la Consejería autonómica de Medio Ambiente.

Los trabajos comenzaron hace una década y han supuesto, además del traslado de 186 huevos de tortuga a la costa majorera desde Cabo Verde, el seguimiento de la calidad de las arenas de la isla y de sus aguas, de la temperatura y de las formas de reproducción de las tortugas, además de la formación de voluntarios y técnicos en Cabo Verde.

Estas pequeñas tortugas están siendo trasladadas a un acuario provisional instalado en la misma playa hasta su ubicación definitiva en la llamada “guardería de tortugas”, que es un vivero construido expresamente en Morro Jable.

El objetivo es que el programa culmine dentro de una década, cuando se espera que las crías nacidas en las islas sigan su instinto natural y regresen a las costas canarias para poner sus huevos.

Las primeras tortugas, que fueron bautizadas con nombres como Cofete o Jandía, son prematuras, si bien presentaron un aspecto saludable y pesos normales para su especie (unos 20 gramos), explica.

Estas pequeñas tortugas están siendo trasladadas a un acuario provisional instalado en la misma playa hasta su ubicación definitiva en la llamada “guardería de tortugas”, en donde permanecerán bajo los cuidados de un equipo profesional hasta que tengan edad suficiente para ser llevadas al mar.

Los técnicos, que han estado pendientes de los huevos día y noche, han expresado que “normal en la naturaleza” es que cuando las tortugas “salen a la superficie sean presa de los depredadores”, pero con su observación evitarán estos riesgos en pro de su conservación.

Los vecinos de Cofete, por su parte, han recibido con júbilo la noticia, pues hace décadas que no se avista una tortuga anidando en la playa majorera.

Fuente: actualidad.terra

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