Biodiversidad

Mayoría a favor de caza comercial de ballenas

El comité científico de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) comenzó una reunión de 10 días en Anchorage (Alaska), mientras Japón intensifica sus esfuerzos para eliminar la prohibición de la caza comercial de ballenas establecida en 1986.

“La reunión de Anchorage es crucial, ya que por primera vez desde hace 20 años hay una neta mayoría en favor de la reanudación de la pesca comercial de ballenas”, explicó Patrick Ramage, de International Fund for Animal Welfare, organización privada para la protección de los animales.

Los trabajos, que reúnen a unos 50 científicos, tienen lugar a puertas cerradas y deberán concluir con la redacción de un informe remitido a la CBI el 28 de mayo, cuando comienza una conferencia que reunirá hasta el 31 de mayo a los delegados de los países miembros.

“Seguimos siendo optimistas sobre la posibilidad de poder mantener incluso el statu quo o quizá de aumentar el número de votos para preservar a los cetáceos. Pero es muy difícil prever cómo concluirán estos debates, cuando actualmente el comité y la CBI están divididos en dos bloques iguales”, prosiguió.

Según Patrick Ramage, de tres a cinco países más podrían decidir de aquí a finales de mayo adherir a la posición japonesa, que ya cuenta con el apoyo de Islandia y Noruega.

Japón consiguió convencer a varios países pequeños prometiéndoles ayuda para su sector pesquero y otras formas de asistencia, afirmó Ramage.

En la reunión de la CBI de junio de 2006, en Frigate Ray (en el archipiélago caribeño de Saint Kitts y Nevis), Tokio ya había logrado obtener una mayoría simple (33 votos contra 32) en favor de una resolución que consideraba “innecesaria de ahora en adelante”, la moratoria sobre la caza de ballenas.

Sin embargo, esta votación no tuvo más que un valor simbólico, puesto que para levantar la moratoria es necesaria una mayoría de tres cuartos de los miembros.

No obstante, si Japón mantiene o refuerza este año esta mayoría en la CBI podría estar en condiciones de “modificar las normas internas de la comisión para volverla menos transparente, debilitando el campo de los ecologistas en su favor”, indicó Kitty Block, de Humage Society International, un grupo privado de protección de las ballenas.

“Una mayoría simple está también para determinar los trabajos del comité científico para que éste se concentre solamente en las cuotas de caza y no sobre su impacto ambiental”, agregó.

Acciones sobre EU

Como en años anteriores, Japón también intentará ejercer presión sobre Estados Unidos, al bloquear su solicitud de cuotas de caza de ballenas para las poblaciones autóctonas de Alaska.

La CBI concede esas cuotas para la pesca “de subsistencia”, de la que se benefician también las poblaciones indígenas en Rusia.

Tokio podría poner como condición a su apoyo que Washington acepte respaldar su demanda para ser autorizado a cazar ballenas frente a las costas japonesas.

En una conferencia internacional en Tokio en febrero, el principal negociador japonés en la CBI, Joji Morishita, llamó a los países opuestos a la caza de ballenas a abrir el diálogo, en lugar de rechazar sistemáticamente y sin discutir las propuestas de las naciones balleneras.

También estuvo presente la amenaza, ante la ausencia de avances, de una retirada de Japón de la CBI.

Según Patrick Ramage, Japón mata a más de 1,200 cetáceos al año con el pretexto de hacer ciencia. La CBI autoriza la pesca limitada de ballenas con propósitos científicos y de conservación.

En comparación, Noruega e Islandia cuentan respectivamente con una cuota de pesca de 600 y 30 cetáceos anuales.

Fuente: La Jornada

Suscríbete al Boletín

PAÍSES QUE NOS ESTÁN VIENDO