Biodiversidad

Lula licitó al sector privado el Amazonas

Empresas multinacionales podrán explotar la mayor fuente de biodiversidad del planeta debido a una reciente promulgación del Congreso de Brasil. El presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva licitó al sector privado la totalidad de su territorio amazónico.

Entrevista a la especialista en geopolítica y biodiversidad Elsa Bruzzone para romper el cerco de silencio sobre este tema.

—¿Cómo se llega a esta situación?

—Ésta es la culminación de un proceso comenzado en 2004, cuando fue presentado el primer proyecto de ley para entregar a la explotación privada, principalmente multinacionales europeas, asiáticas y también norteamericanas, 500 mil kilómetros cuadrados de la zona amazónica.

“El tema logró pararse en el Parlamento por la oposición de algunos legisladores pero también por la movilización de la sociedad civil y por las protestas dentro de las fuerzas armadas brasileñas, porque significaba la entrega del patrimonio nacional, la entrega de territorio a empresas relacionadas no sólo con la obtención de madera (ya que hay árboles de muy alto valor porque son de maderas finas buscadas por gente de mucho dinero para sofisticar su mobiliario) también se busca la extracción de la pulpa del árbol para elaborar el papel.

“A esto hay que sumarle toda la biodiversidad que tiene la Amazonia: la fuente de producción que dan las plantas para la producción de alimentos —la mayor parte de la industria farmacéutica está basada en la información natural que aportan las plantas.

“Por otro lado, es una zona muy rica en minerales y en elementos estratégicos: no sólo encontramos petróleo, también bauxita que se usa para la producción de aluminio; tiene el yacimiento más grande del mundo de tungsteno, el de titanio que se usa para industria aeroespacial y militar; el 95 por ciento de los yacimientos de niobo que mezclado con otros aceros es indispensable para la construcción de las naves espaciales y para los mísiles intercontinentales.

“Hay oro, hay gas, da para todo tipo de actividades y más ahora con el corrimiento de las fronteras agropecuarias, aunque alguna vez Brasil se opuso al cultivo de transgénicos.

“Cuando vas por el sur de Brasil, Río Grande do Sul o Foz do Iguazú, donde se encuentra la represa de Itaupú, se comprueba que están desapareciendo los bosques y selvas originarias por los sembradíos de soya transgénica.

“Esta línea de cultivos está avanzando sobre los estados amazónicos y motivó el desalojo de los pueblos originarios y comunidades campesinas de sus tierras por parte de estas empresas que son o transnacionales o nacionales aliadas al capital transnacional. Están ocurriendo conflictos armados porque intentan expulsarlos a la fuerza y los nativos están resistiendo.”

—¿Cuáles son los alcances de la ley y en qué consiste?

—Este proyecto sólo contemplaba 500 mil kilómetros, debemos tener en claro que el Amazonas es el 56 por ciento del territorio brasileño, que tiene ocho millones 500 mil kilómetros cuadrados, mientras la superficie amazónica es de cuatro millones 750 mil kilómetros, y todo esto puede licitarse a la actividad privada.

“La ley habla de tres zonas: se puede licitar zonas pequeñas, medias y grandes que están planteadas para que puedan acceder las pequeñas y medianas empresas (Pymes) y las compañías de gran escala, muchas veces asociadas con las medianas de Brasil, algo que es una constante en toda la región.

“Entonces, con la excusa de evitar la tala ilegal, la explotación minera ilegal, se dice que de esta manera el Estado ejercerá un control real y soberano sobre la región. Pero a su vez, este mecanismo le permite al Estado de Brasil obtener ganancias, ya que las concesiones son a 40 años, por tanto, las empresas deberán pagar mensualmente un canon. La posibilidad de ejercer el control, ratificar la soberanía y preservar los recursos llevándolo a un desarrollo sustentable es absolutamente una falacia.”

Fuente: APM

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