Los científicos señalan que 65 y 75 por ciento de la vegetación original del manglar se ha perdido, y de acuerdo con distintas evaluaciones, de mantenerse la tasa actual de deforestación en menos de 30 años se habrá esfumado ya que la replantación es imposible; esto es consecuencia de haber permitido la realización de construcciones como campos de golf, hoteles, carreteras, viviendas, etcétera.
Los especialistas consideran que decir que es posible compensar una hectárea de manglar natural destruida por seis hectáreas nuevas de la misma especie es una medida inadecuada e inviable.
Las funciones y servicios ambientales que un manglar desempeña en determinado lugar no se recuperarán por más hectáreas que se creen en otro sitio, señala el investigador Jorge Herrera del Cinvestav de Mérida.
Integrantes de la organización Defenders of Wildlife consideran que la LGVS no obstruye el desarrollo de obras turísticas como argumentan los empresarios, legisladores y el propio gobierno.
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