Biodiversidad

Investigan muerte de Ballenas

Autoridades mexicanas investigan la muerte de ocho ballenas que fueron encontradas el mes pasado en la costa del mar de Cortés, un número inusualmente alto que sugiere que alguien o algo está acabando con ellas.

Las ballenas provienen de varias especies que se alimentan de plancton y aparentemente murieron en el mar entre noviembre y diciembre, según dijeron los biólogos. Sin embargo, no muestran signos de haber sido atrapadas en redes de pesca, que algunas veces las sofocan, ni los biólogos han encontrado signos de tóxicos o del brote de alguna enfermedad que pueda ser la causa de sus muertes.

Luis Fueyo, fiscal federal asistente para Crímenes Ambientales, quien lleva a cabo las pesquisas pertinentes, dice que «su muerte es un misterio; es un acertijo».

La primera señal de que algo estaba mal se presentó el 4 de enero, cuando los restos de dos ballenas jorobadas fueron vistos en la costa cerca del poblado de El Dorado, en Culiacán, Sinaloa. Los científicos determinaron que habían muerto en noviembre. Desde entonces se han descubierto otros seis cuerpos, entre ellos otra ballena jorobada, una minke, una fin y un ballenato gris.

Tres de los cuerpos fueron encontrados el 18 de enero, durante una búsqueda aérea en la costa sinaloense. El descubrimiento de los cetáceos desató una búsqueda frenética de evidencia forense; los biólogos rastrearon los hechos para determinar si todas las ballenas estaban en el mismo lugar cuando murieron.

Los investigadores buscaron también señales de enfermedad o envenenamiento, tanto natural como sintético. El proceso fue lento, pues todos los cadáveres mostraban ya un avanzado estado de descomposición. Sólo el ballenato gris tenía suficiente tejido para realizar pruebas.

El viernes pasado, funcionarios de medio ambiente anunciaron que las últimas pruebas no encontraron evidencia de brotes de algas tóxicas, otros venenos o infecciones, ni tampoco de maltrato por parte de pescadores.

Las muertes ocurrieron mientras dos mil ballenas comenzaban a llegar al mar de Cortés, donde cada año pasan el invierno como parte de un fenómeno migratorio que lleva siglos. Los funcionarios mexicanos dicen que usualmente se encuentran 10 ballenas muertas al año, por lo que hallar ocho en un intervalo de dos semanas ha hecho sonar las campanas de alarma.

Los ambientalistas dicen que el mar de Cortés, uno de los lugares del mundo más ricos en peces y de mayor diversidad de hábitats marinos, está pobremente vigilado y hay sobrepesca.

La muerte de tantas ballenas ha generado un llamado urgente de los grupos ambientalistas para que se tomen medidas inmediatas, a fin de encontrar la causa de estos decesos.

Además de las ballenas, dos delfines y una tortuga marina olivácea han muerto en la región.

Fuente: El Universal

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